Cómo aprender a decir no
Saber cuidarnos es abandonar esa imperiosa necesidad de siempre querer decir que sí a los demás descuidando lo principal, que es nuestra persona
Pregunta: Dra. Simó, no se imagina el trabajo que fue para mí escribirle, pero saqué fuerzas pues sé que estoy mal y necesito de su ayuda. Mi historia es muy triste, soy una mujer de 34 años que toda la vida ha hecho lo que los demás han querido, entendía que de esa forma siempre sería amada, pero ¡qué va! Creo que ese fue mi mayor error, pero no sé cómo aprender a decir que no, no sé cómo lidiar con esa sensación de culpa que me invade cuando siento que me quieren usar y al final sentirme mal yo, ayúdeme.
Respuesta: Aprender a cuidar de uno mismo cuesta y muchas veces es un camino sumamente solitario pues la gente lo ve como un acto egoísta, pero la clave está en los límites. Saber cuidarnos es mucho más que tomarnos libre un día y quedarnos en cama o irnos a un resort, cuidar de uno mismo es prestar atención a nuestras necesidades y abandonar esa imperiosa necesidad de siempre querer decir que sí a los demás descuidando lo principal que es nuestra persona.
Sin darnos cuenta nos agobiamos tanto con las necesidades de los otros que el tiempo pasa y nos saca factura. Así que en este momento harás un alto en todo y observarás tu vida, pero no para reprocharte, sino más bien para ver con compasión a la mujer que hay detrás de todo esto. Empezarás a sentir la necesidad de usar los límites en tu vida y lo positivo que resulta que los apliques de forma correcta.
Aquí te presento la importancia de usa los límites, según Glover (2021):
- Nos ayudan a definir los roles de forma correcta.
- Es una práctica para cuidar de uno mismo.
- Es la forma más sana de crear relaciones funcionales.
- Son una manera de comunicar tus necesidades a los otros.
- Son una forma de crear transparencia en la relación.
- Nos hace sentir seguros.
A la primera persona que le aplicarás los limites es a ti misma, identificando todo aquello que no te hace bien y comenzando a delegar y a decir que no a esas actividades y personas que te abruman y te quitan la paz. Luego lo harás con los demás, entendiendo y aceptando que al principio se molestarán un poco, pero con el transcurso de los días las personas a tu alrededor entenderán tu posición, pero también quizás alguno no estará en la disposición de aceptarlo.