Siete consejos para lograr hábitos alimenticios saludables en tus hijos
Este lunes, 16 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Alimentación
A simple vista, crear hábitos alimenticios saludables en los niños puede leerse como una tarea complicada. Solo quienes son padres comprenden que, por más que quieran velar por el bienestar de sus pequeños inculcándoles la importancia de mantener una dieta balanceada, al final ellos siempre preferirán la comida chatarra por encima de las frutas y verduras.
Sin embargo, lo que debes saber es que tampoco se trata de una misión imposible, más bien todo lo contrario; los primeros años de vida de un niño, específicamente hasta los cinco, son decisivos para moldear las que serán sus conductas alimenticias por el resto de sus vidas. Dicho esto, es tiempo de que pongas en práctica estos siete consejos para lograrlo con éxito.
1. Predica con el ejemplo. No importa qué tanto intentes crear hábitos en tus hijos si no pones en práctica los consejos que pretendes que ellos sigan. Recuerda que los niños aprenden de lo que ven, así que procura predicar con el ejemplo; las reglas de alimentación saludable y estilo de vida deben ser para todos en casa, no solo para los pequeños.
2. Prepara comidas variadas. Los niños se cansan de comer siempre lo mismo, sobre todo si se trata de alimentos como frutas y verduras. Por eso, lo ideal es que elabores un menú saludable variado para cada día que les resulte atractivo. Por ejemplo, puedes preparar bizcocho de zanahoria casero para las meriendas o agregar aderezos a los vegetales en el almuerzo.
3. Haz de la hora de comer, divertida. Siempre que tengan la oportunidad, coman en familia y en la mesa. Aprovecha el momento para conversar con tus hijos sobre temas de su interés (no solo preguntarles cómo les va en la escuela). Con esto, harás que se den cuenta de que la hora de comer también se puede disfrutar.
4. Utiliza la creatividad. La vista juega un papel fundamental en lo que ingerimos; incluso a los adultos nos resulta más atractivo un plato bien decorado por encima de otro que no lo esté. En el caso de los niños, prueba con incluir todo tipo de figuras y colores llamativos para captar su atención. De seguro les resultará más divertido y querrán comérselo todo.
5. Dales participación. No se trata de que siempre les preguntes qué quieren comer o qué no, pero sí de que les des participación. Tomar en cuenta sus gustos y preferencias de vez en cuando hará que se sientan valorados e incluidos, en lugar de pensar que alimentarse de forma saludable es una imposición.
6. Respeta cuando estén llenos. Una costumbre muy arraiga a la cultura latina es forzar a los niños a comerse todo lo que hay en el plato aunque digan que están llenos. ¡Error fatal! No hay mejor indicador de cuánta comida es suficiente para tus pequeños que sus propios cuerpos. Si te dicen que ya están satisfechos, respétalos, pues obligarlos solo provocará confusión en cuanto a los límites de hasta dónde deben comer.
7. No uses la comida como castigo. La comida no es castigo ni premio; “los hábitos alimenticios deben ser sagrados dentro de la rutina infantil, y han de estar fuera de toda negociación, valoración o consecuencia de otras acciones”, resalta el portal Ser Padres. Establecer alimentos para castigar o recompensar, puede crear un concepto erróneo de la alimentación en tus hijos.
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