Pasión sin fin
¿Cómo usar, juntas o separadas?
¿En una palabra o en dos? ¿Juntas o separadas? Les recuerdo que para no equivocarnos es necesario estar atentos a las diferencias de significado y, sobre todo, de función. Hoy les voy a poner tres ejemplos más formados por la combinación de la preposición sin con un sustantivo.
Empecemos por sinsabor, un sustantivo con el que nos referimos a un disgusto o a una pena. Se trata de una palabra compuesta (sin + sabor) que se escribe en una sola palabra: Su nuevo trabajo le trajo muchos sinsabores. En cambio, si la escribimos como una expresión separada, nos estamos refiriendo a algo que carece de sabor: Cocina rápido, pero sin sabor. Muy similar es lo que sucede con el sustantivo sinsentido, que usamos para referirnos a una cosa que encontramos absurda o inexplicable: Hay que buscar solución para el sinsentido del tránsito en Santo Domingo. Sin embargo, si usamos la expresión sin sentido, escrita separada, tendrá una función de adjetivo o adverbio: Comprar ropa sin sentido es perjudicial para el planeta.
La última palabra que les ofrezco como ejemplo es mi preferida; no en vano aparece en una de las frases paródicas más recordadas del Quijote: «La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura». Se trata del sustantivo sinrazón, con el que nos referimos a algo que consideramos fuera de lo razonable: La ciudadanía debe luchar contra la sinrazón del feminicidio. No debemos confundirlo con la expresión sin razón, escrita en dos palabras: Lo despidió sin razón.
Si no somos sinvergüenzas ortográficos, la mala ortografía nos trae un sinfín de sinsabores. Es una sinrazón y un sinsentido no remediarlo. Sobre todo cuando solo nos exige un poquito de atención y pasión sin fin por nuestra lengua.