Vacuna del papiloma humano: ¿solo para las niñas?
La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) debe ponerse a niños y jóvenes sin importar el sexo
Con frecuencia nos hacen esa pregunta, y la respuesta es la misma. La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) debe ponerse a niños y jóvenes sin importar el sexo. En ese orden, hay que informar, que Australia podría ser declarado, en cualquier momento, país libre de cáncer cervicouterino (cáncer de cuello del útero), porque desde que se aprobó la vacuna, empezó a vacunar a niños y adolescentes de ambos sexos.
El papiloma humano, es un virus de transmisión sexual responsable del cáncer del cuello del útero en la mujer, por lo que, reconocidos científicos y expertos en vacunas han recomendado, que la mejor manera de evitar esta enfermedad es, vacunar a niñas(os) entre los 9 y 12 años, antes que puedan iniciar una vida sexual.
¿Por qué deben vacunarse también los varones? Porque la mayoría de los hombres y jóvenes adolescentes pueden ser parte de la cadena de contagio, y, porque igual que la mujer, pueden alojar el VPH sin presentar ningún síntoma. Si el adolescente se ha contagiado, puede presentar más adelante, verrugas genitales, en la ingle, el ano, el pene y la garganta o cáncer en cualquiera de esas partes de su cuerpo.
La recomendación es, que se vacune a niñas y niños entre los 9 y 12 años de edad con 2 dosis de la vacuna y los que, por alguna razón, comenzaron a vacunarse al cumplir los 15 años o más tarde reciban 3 dosis de la vacuna en un periodo de 6 meses.
El Programa nacional Ampliado de Inmunizaciones (PAI) de la R.D. ya tiene incluida la vacuna contra el VPH solo para las niñas en una primera etapa, lo que no deja de ser un paso de avance en la prevención del cáncer cervicouterino en nuestras mujeres. Sin embargo, la recomendación es, que se incluya a los varones en ese programa lo antes posible. Y que los adolescentes y adultos jóvenes entre los 13 y 26 años que no hayan recibido las 3 dosis de la vacuna y que en el ínterin sus familias puedan costearla, que se la pongan. Sin olvidar, que la prevención de enfermedades por las vacunas, es un derecho de todos, no de algunos.
Por último, se ha dicho que vacunar a niñas(os) y adolescentes contra el VPH, va a promover en ellos la promiscuidad sexual. Nada más falso y carente de sustentación. Porque lejos de tener su origen en las vacunas, la promiscuidad sexual y otras inconductas de nuestros jóvenes se deben a la carencia de valores e irresponsabilidad de muchos padres en la educación y crianza de sus hijos.