Ansiedad: ¿qué es y cómo apoyar a una persona con esta condición?
La psicóloga Gabriella Abate explica que la ansiedad es una emoción que todos sentimos y todos tenemos
En muchas ocasiones sentimos cosas que no sabemos explicar o nombrar. La ansiedad, por ejemplo, es una emoción que nos hace sentir miedo, temor, inquietud, tensión o todas las anteriores.
La psicóloga clínica, Gabriella Abate (@psychats), explica que la ansiedad es una emoción que todos sentimos y todos tenemos, algunos con un poco más de intensidad, algunos más frecuente, varía de persona en persona. Para ella, la ansiedad surge cuando interpretamos algo como una amenaza o como un peligro.
“La ansiedad es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Puede hacer que la persona sude, se sienta inquieto, tenso y que tenga palpitaciones. Puede ser una reacción normal al estrés. Por ejemplo, puede sentirse ansiosa cuando se enfrenta a un problema difícil en el trabajo, antes de tomar un examen o antes de tomar una decisión importante”, según el espacio Medline plus.
Ansiedad o trastorno de ansiedad
Sentir ansiedad y sufrir de un trastorno de ansiedad son dos cosas distintas. Según la especialista de la conducta Gabriella Abate sentir ansiedad es normal y válido, pero sentirla constantemente puede desembocar o evolucionar hasta convertirse en un trastorno de ansiedad.
Abate asegura que en muchas ocasiones somos conscientes de que estamos ante un trastorno de ansiedad cuando se empieza a afectar la funcionalidad del día a día. Por ejemplo, cuando alguien deja de salir, no quiere ver a personas, no quiere estar en eventos, comienza a faltar al trabajo, entre otros síntomas.
Algunos tipos de trastornos
- La ansiedad generalizada: las personas con este trastorno se preocupan por problemas comunes, como la salud, el dinero, el trabajo y la familia. Pero, sus preocupaciones son excesivas y las tienen casi todos los días durante al menos 6 meses.
- La fobia específica: las personas con fobias tienen un miedo intenso a algo que representa poco o ningún peligro real. Su miedo puede ser por arañas, estar en el aire, ir a lugares concurridos o estar en situaciones sociales (conocida como ansiedad social).
- Trastorno de pánico: las personas con trastorno de pánico sufren de ataques de pánico. Estos son repentinos y repetidos momentos de miedo intenso sin haber un peligro aparente. Los ataques se producen rápidamente y pueden durar hasta 40 minutos.
- El estrés postraumático: algunas personas desarrollan este trastorno después de experimentar un hecho impactante, aterrador o peligroso. El temor forma parte de la respuesta normal de "lucha o huida" del cuerpo, que nos ayuda a evitar o responder ante un posible peligro.
- El obsesivo compulsivo (TOC): este trastorno se caracteriza por un patrón de pensamientos y miedos no deseados (obsesiones) que provocan comportamientos repetitivos (compulsiones). Estas obsesiones y compulsiones interfieren en las actividades diarias y causan un gran sufrimiento emocional.
Señales de una persona con ansiedad
Cada persona es diferente, por ende, siente y expresa las emociones de diferentes maneras. Algunos de los signos o síntomas que se pueden notar en una persona ansiosa son:
- Inquietud, le cuesta estar sentado y estar quieto.
- Temblores.
- Conductas compulsivas (fumar, ingesta compulsiva).
- Irritación.
- Discurso con muchas preocupaciones hacia el futuro.
- Hiperventilación o falta de aire.
- Evitación hacia ciertas actividades o situaciones que le detonan la ansiedad.
- Le cuesta dormir.
- Piensa que todo saldrá mal.
¿Cómo ayudar?
Una persona con ansiedad solo espera ser entendida, pero piensan que otros no lo pueden entender, lo que hace difícil la ayuda.
Gabriella explica que hay que tener cuidado a la hora de abordar a esa persona, porque es posible que quiera echarte a un lado y evitar compartir sus emociones. Según comenta, las personas que experimentan estas emociones no quieren agobiar al otro, incluso les da ansiedad cargar a los demás.
Formas de ayudar
- Soporte emocional: en este punto puedes proponer hablarlo sin mucha insistencia, dejándole entender al otro que estás ahí para escucharlo y que desahogarse puede hacer que se sienta mejor.
- Distracción: si la persona no quiere compartir sus emociones contigo para que puedas apoyarle y validar lo que siente es prudente hacer un acompañamiento/ distracción para que esa persona ocupe su mente en otra cosa y no se aísle. Compartir un helado o un café pueden ser buenas opciones.
- No invalidarla: si esa persona decide contarte lo que le sucede, es importante que no la invalides. “Lo que sea que te cuente, aunque para ti parezca ridículo, algo sumamente poco o que no vale la pena preocuparse por eso no debemos decir: eso no es nada, o no vale la pena preocuparse por eso”, porque no ayuda y hace sentir a la persona incomprendida.
- Preguntar: si quien esta en una situación de ansiedad es una persona cercana podemos preguntar: ¿cómo te puedo ayudar?
Ayudar a una persona con ansiedad no es como agarrarse de la mano y respirar juntos –a veces puede funcionar-, pero la ayuda dependerá de cómo es cada persona y en este punto es necesario acompañar entendiendo que cada ser es distinto.
Lo que no debes hacer
No se debe invalidar o hacerles sentir como una carga porque ellos ya se sienten como una carga.