Reglas orwellianas I
El gran autor despliega interesantes consejos para escritores
En estos días leí en Twitter una publicación de Literland, una comunidad de amantes de la lectura y la literatura, que resumía las reglas que el escritor británico Eric Arthur Blair tenía presente para escribir. Si recordamos que ese nombre de pila se esconde detrás del seudónimo George Orwell, el autor de las novelas Rebelión en la granja y 1984, debe empezar a interesarnos. Buenos consejos de alguien que sabe nunca le vienen mal a nadie; desde luego no a los que aspiran a escribir literatura; pero, no se engañen, tampoco a los que escribimos de cualquier cosa en cualquier circunstancia.
Primera regla orwelliana. «No uses metáforas o frases hechas que estés acostumbrado a ver por escrito». No se trata de desterrar todas las imágenes o las comparaciones, sino solo de evitar las que están tan manidas que han perdido su brillo expresivo a fuerza de ser usadas por todos.
Segunda regla orwelliana. «Nunca uses una palabra larga si puedes usar una corta que signifique lo mismo». George Orwell tenía claro que los que nos ponemos delante de una página en blanco –léase también pantalla– tendemos a pensar, erróneamente, que las palabras largas son más cultas y que le prestan más empaque a lo que escribimos. No es así; aspiremos a elegir la palabra justa, tanto por su significado como por el tono, la intención o el nivel de formalidad o de informalidad que le queremos imprimir a nuestro escrito.
Tercera regla orwelliana. «Si es posible eliminar una palabra, hazlo siempre». Por supuesto, la supresión no debe comprometer el significado ni la expresividad. Por experiencia propia les digo, y estas Eñes las escribo a palabras contadas, que siempre es posible decirlo con menos palabras. Vayan tomando en cuenta estas tres y esperen tres más la semana próxima.