Chamaco, un duro film sobre prostitución masculina llega a Cuba
Basada en la obra teatral homónima del dramaturgo Abel González Melo
LA HABANA.- Dos años después de ser rodada, las salas de cine de La Habana proyectan estos días "Chamaco", un duro filme del realizador cubano Juan Carlos Cremata que trata, por primera vez en la cinematografía de la isla, el tema de la prostitución masculina.
Basada en la obra teatral homónima del dramaturgo Abel González Melo, "Chamaco" es una producción independiente, ajena al tutelaje del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), que sin embargo es el organismo estatal que auspicia su exhibición local, según explicó Cremata en entrevista con Efe.
Antes de su estreno en las salas de la isla la maqueta de esta película ya circuló por varios festivales internacionales de cine en La Habana, Europa y Estados Unidos y también dentro de la isla pero a través de malas copias "piratas".
Sin ambages, Cremata es preciso al definir la cuarta película de su carrera: "amarga, dura, oscura, marginal, sórdida, sin esperanza" y con un resultado que "duele".
"Chamaco" narra un episodio de "zonas oscuras" que al cine, en todas partes del mundo, "no le gusta mucho mostrar" y que pretende reflejar lo que pasa "sin ni una gota de luz", señaló.
"La prostitución masculina existe, no solamente en Cuba, en todo el mundo, sin embargo, lo interesante son esas extrañas conexiones familiares que se establecen entre los ocho personajes que transforman la película, en una tragedia griega enmarcada en la contemporaneidad cubana", apuntó.
Cremata aseguró que el demorado estreno oficial no tuvo que ver con su argumento ni con censura alguna: "Me sentí muy libre al hacerla", afirma.
El motivo del retraso se debe a "lo complicado que fue el proceso de la posproducción", pero ahora "se está viendo una buena copia, con los colores que son y mejor sonido", dijo Cremata quien recordó que la maqueta del filme fue presentada por primera vez en 2010 en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
Reconoce que esta "no es una película para todo público" y "hay que estar preparado para algunas escenas que ofrecen un ahogo existencial y me duele mucho, pero fue necesario hacerla como creo es necesario mostrarla y que se vea".
Para algunos espectadores que ya la han visto, "Chamaco" resulta impactante, como señala Miriam, una habanera que elogia la factura de la película "pero resulta muy duro enfrentarse a una Habana nocturna cuya existencia ignoraba. Aunque se oigan referencias a la homofobia o la corrupción, verlo en pantalla es mucho más fuerte".
"Es muy valiente por parte de Cremata porque te hace pensar hasta donde ha llegado la pérdida de valores, de los límites, la corrosión ética más allá de la prostitución masculina", añadió tras asistir a una proyección en el cine habanero "Charles Chaplin".
Alberto, otro espectador, salió del cine "sobrecogido" por "la carga dramática" del filme que "logra conmocionar a uno como ser humano y social".
El realizador de "Chamaco" considera "gratificante" que la gente llegara incluso a "robar" un boceto de su trabajo y no la obra terminada como está ahora" para reproducirla en discos "piratas".
Su presentación ahora en el circuito de salas de La Habana es para Cremata "oportuno y estimulante" porque lo ve como "defensa" de un movimiento independiente que en este momento "existe mayoritariamente" en Cuba liderado por un grupo de artistas que "están haciendo películas por su cuenta tratando de contar lo que pasa ahora en el país y sin recursos".
"No se si volveré a hacer una película como 'Chamaco', por su estructura, por su dureza, pero necesitaba hacerla porque no podía fepetir mi película más conocida, "Viva Cuba", para niños y realizada con niños. No me gusta encasillarme, sino cambiar y necesitaba decir otras cosas".
Cree que "inaugura la posibilidad de hacer un cine gay en Cuba", y adelantó que esta temática puede tener continuidad en otros dos proyectos de su agenda: "Fe de ratas", y "Hombres sin mujer", basada en una novela de ambiente carcelario que advierte será "extremadamente dura".
Cremata, nacido en 1961 dentro de una familia de artistas, dice que se siente como tal "las 24 horas el día" y en razón de ello, ha rodado en unos meses los títulos "Mar(l) de muchos" y "Contigo, pan y cebolla", aún pendiente de edición, mientras trabaja diligentemente en el montaje de una obra de teatro con su grupo "El ingenio".