Dr. Jay Graham: "existen muchos pacientes con enfermedad renal en espera de un donante"
Considera que en todas partes del mundo deberían fomentarse programas de concienciación sobre la donación
Pese a que vivimos en un mundo evolucionado, especialmente en temas tan importantes como la medicina, hay áreas que siguen siendo de gran preocupación: Crear conciencia sobre el trasplante de órganos; cuando todavía en países como República Dominicana hasta recibir sangre donada es un enorme reto.
Sobre el tema quisimos hacerle unas preguntas al Dr. Jay Graham, director quirúrgico para trasplante y profesor del Montefiore-Einstein. Él es también un investigador centrado en los problemas de la disparidad en los trasplantes.
Para él, encontrar donantes sigue siendo el principal desafío en el proceso de trasplante de órganos, especialmente en países subdesarrollados, "que más personas hagan conciencia y se puedan ofrecer para el reemplazamiento de órganos, porque existen muchos pacientes en la actualidad con enfermedad renal en espera de un donante".
Es importante resaltar que convertirse en donante es regalar vida, ya que, según el especialista, en el caso de los pacientes que reciben un nuevo riñón la esperanza de vida es entre 10 y 15 años, sin que impacte significativamente la calidad de vida de quien lo dona, en el caso de los donantes vivos.
"En Montefiore-Einstein tenemos un programa robusto de donantes vivos que pueden ofrecer un riñón a la persona sufriendo a la espera de uno. También participamos en el cuerpo de gobierno de los Estados Unidos que permite la utilización de órganos en todo el país", comparte Graham, al hablar de su experiencia con este tipo de prácticas que deberían ser más frecuentes.
Considera que en todas partes del mundo deberían fomentarse programas de concienciación sobre este tipo de acciones.
El temor como gran enemigo
Las personas a veces tienen miedo al trasplante por un posible al rechazo y que un familiar quede afectado, ¿Cuál es su recomendación? Para el doctor Dr. Jay Graham es una pregunta compleja a la que le sería insuficiente una única respuesta, por lo que decidió ofrecernos varias para hacer la aclaración:
Lo primero es que ser donante no es un gran riesgo para la salud, especialmente cuando es de riñón la recuperación es mucho más rápida. Lo segundo es que los índices de rechazo son bajos, ya que parte del proceso implica el uso de inmunodepresores ayudan a evitar que el organismo ataque al riñón nuevo y lo rechace; y lo tercero es que siempre donar tendrá más beneficios que perjuicios.
A raíz de todo eso surge la cuestionante sobre dónde queda la opción del xenotrasplante (trasplante de órganos de animales a seres humanos), para él queda descartada porque no ha habido logros significativos que puedan dar garantías de vida a los pacientes, por lo que no lo considera una opción.
La entrevista finalizó preguntándole sobre su consideración sobre políticas universales que gestionen e incentiven la donación de órganos, en un momento en el que el mundo está envuelto en prácticas violentas, guerras y demás.
El doctor considera lamentable esta problemática que está sucediendo, lo cual nunca será positivo, pero atendiendo a la realidad inevitable, sí estaría de acuerdo con que se usaran los órganos de personas fallecidas por la violencia mundial.