Claves para proteger el suelo pélvico durante el embarazo
El doctor Tarek Khalife, especialista en Obstetricia y Ginecología del Sistema de Salud de Mayo Clinic, comparte recomendaciones para proteger el suelo pélvico durante este periodo crucial
El embarazo es una etapa transformadora en la vida de una mujer, llena de emoción y expectativas. Sin embargo, también conlleva una serie de cambios físicos y hormonales que pueden tener un impacto en áreas de la salud que a menudo no se consideran, como el suelo pélvico.
Estos músculos, que sostienen los órganos reproductivos, la vejiga y el recto, sufren una gran tensión durante la gestación y el parto, lo que puede llevar a trastornos como la incontinencia urinaria, el prolapso o el dolor pélvico.
El doctor Tarek Khalife, especialista en Obstetricia y Ginecología del Sistema de Salud de Mayo Clinic, explica la importancia de comprender estos cambios y tomar medidas preventivas para proteger el suelo pélvico durante este periodo crucial.
¿Cómo impacta?
El suelo pélvico está compuesto por una red de músculos y ligamentos que sostienen los órganos pélvicos. Durante el embarazo, estos músculos se ven sometidos a una carga adicional debido al aumento de peso del bebé, la placenta, el volumen sanguíneo y el agrandamiento del útero.
Este sobrepeso aumenta la presión en el suelo pélvico y puede debilitar los músculos, lo que incrementa el riesgo de desarrollar problemas como la incontinencia urinaria.
Según el doctor Khalife, alrededor del 50 % de las mujeres embarazadas experimenta síntomas de trastornos del suelo pélvico antes del parto, y muchos de estos problemas pueden persistir si no se toman las medidas adecuadas.
Conoce los factores de riesgo
1. Cambios físicos durante el embarazo
El aumento de peso asociado con la gestación es uno de los factores más evidentes. Además, el estreñimiento es un síntoma común en el tercer trimestre, debido al peso del útero y los cambios hormonales, lo que genera un esfuerzo adicional que debilita aún más el suelo pélvico.
2. Cambios hormonales
Durante el embarazo, el cuerpo experimenta cambios hormonales significativos, siendo la relaxina una de las principales. Esta hormona, secretada por la placenta, facilita la flexibilidad de los ligamentos y suaviza el cuello uterino para preparar el cuerpo para el parto.
Si bien estos cambios son necesarios para un parto exitoso, también provocan una mayor inestabilidad en los ligamentos de la pelvis, lo que puede generar problemas en el soporte de los órganos internos.
3. Historial médico y ocupacional
Las mujeres con antecedentes de estreñimiento crónico, trastornos del tejido conectivo o fumadoras tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos del suelo pélvico.
Asimismo, aquellas que practican levantamiento de pesas de manera frecuente, ya sea como parte de su trabajo o en sus rutinas de ejercicio, pueden enfrentar un mayor riesgo, debido a la presión adicional que ejercen sobre los músculos pélvicos.
4. El trabajo de parto y el parto vaginal
El parto es, sin lugar a dudas, uno de los factores de mayor riesgo para la salud del suelo pélvico. Durante el trabajo de parto, especialmente en la segunda etapa, los músculos del suelo pélvico están bajo una presión extrema.
El uso de herramientas como ventosas o fórceps puede aumentar aún más el estrés en estos músculos. Además, las mujeres que han tenido varios partos vaginales son más propensas a experimentar disfunción del suelo pélvico debido al esfuerzo repetido.
Medidas preventivas
Aunque los trastornos del suelo pélvico no pueden evitarse, las mujeres pueden tomar medidas activas para prevenirlos y promover una recuperación más rápida después del parto. A continuación, algunas recomendaciones:
1. Ejercicio regular y alimentación saludable
Mantenerse activa durante el embarazo no solo es beneficioso para la salud general, sino que también ayuda a fortalecer los músculos del suelo pélvico. Caminar, nadar y practicar yoga son excelentes opciones. Una dieta rica en fibra también puede prevenir el estreñimiento, lo cual es clave para evitar el esfuerzo innecesario.
2. Participar en clases de preparación para el parto
Las clases de parto, que generalmente incluyen ejercicios de respiración y estiramiento, son una excelente forma de preparar el cuerpo para el parto. Estos ejercicios ayudan a coordinar el diafragma y los músculos del suelo pélvico, lo que puede hacer que el parto sea menos traumático para la pelvis.
3. Yoga y masaje perineal
El yoga durante el embarazo no solo mejora la flexibilidad general, sino que también puede ayudar a aumentar la elasticidad de los tejidos del suelo pélvico, reduciendo el riesgo de lesiones perineales durante el parto. Además, el masaje perineal es una técnica recomendada para preparar el área vaginal y reducir la posibilidad de desgarros.
4. Ejercicios de Kegel
Los ejercicios de Kegel son fundamentales para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Aunque muchas mujeres no los realizan correctamente la primera vez, un fisioterapeuta especializado puede ser de gran ayuda para asegurarse de que se están haciendo de manera efectiva.
Realizados de forma constante, los ejercicios de Kegel pueden mejorar la fuerza y la resistencia de estos músculos.
5. Consulta con tu obstetra
Hablar con tu obstetra o ginecólogo sobre cualquier preocupación relacionada con el suelo pélvico es fundamental. Ellos pueden recomendar ejercicios específicos o clases adicionales para preparar tu cuerpo para el parto y garantizar que estés en el mejor estado posible para manejar los cambios físicos del embarazo.