Equilibrio en la mesa: cómo una alimentación equilibrada mejora la calidad de vida
Numerosos estudios científicos confirman los efectos positivos de una dieta balanceada sobre el estado emocional
En la búsqueda de una vida saludable, la nutrición se ha consolidado como un pilar fundamental tanto para la salud física como para el equilibrio emocional.
Mantener una dieta balanceada permite que el organismo funcione de manera óptima y contribuye a mejorar el estado de ánimo, lo que resalta su importancia en una sociedad cada vez más consciente de los beneficios del autocuidado y el bienestar sostenible.
Tendencias de autocuidado y salud mental
Un informe reciente de la Sociedad Estadounidense de Psiquiatría (APA) revela que el 81% de los adultos en Estados Unidos estaría dispuesto a modificar su alimentación para mejorar su salud mental. Esta tendencia, que vincula dieta y bienestar emocional, también ha ganado terreno en República Dominicana.
La Alianza por el Bienestar y la Alimentación Consciente promueve una nutrición equilibrada como base para mejorar la calidad de vida en el país.
El respaldo de la ciencia
Numerosos estudios científicos confirman los efectos positivos de una dieta balanceada sobre el estado emocional. Según Ana Paula Fernández, especialista en nutrición de Nestlé Dominicana, "una dieta equilibrada puede aportar nutrientes que promuevan el equilibrio emocional y cognitivo, además de mejorar la función cerebral".
También destaca que una alimentación adecuada contribuye a reducir el estrés, la ansiedad y a mejorar los hábitos de sueño.
Principios de una dieta balanceada
Fernández enfatiza que una nutrición balanceada debe ser suficiente y completa, cubriendo todas las necesidades nutricionales y energéticas de cada persona. "Cada etapa de la vida requiere un enfoque alimenticio diferente; por ejemplo, las demandas calóricas de una mujer embarazada en su tercer trimestre son mayores que las de una mujer no embarazada", señala.
Para cumplir su rol de manera óptima, la dieta debe ser también variada y equilibrada. Ningún grupo de alimentos debería ser excluido, salvo por razones de salud, ya que cada uno aporta nutrientes esenciales para el organismo.
Además, Fernández resalta la importancia de la inocuidad alimentaria: "Es crucial que los alimentos estén libres de microorganismos dañinos, ya que estos pueden impedir que el cuerpo asimile adecuadamente los nutrientes".
Los pilares de la nutrición
Una dieta equilibrada debe incluir tanto macronutrientes como micronutrientes. Los primeros, como carbohidratos, proteínas y grasas, proporcionan la energía necesaria para el cuerpo.
Mientras que los carbohidratos ofrecen energía rápida o sostenida, las proteínas contribuyen a la reparación de tejidos, y las grasas —especialmente las insaturadas— favorecen la salud cardiovascular. Los micronutrientes, por su parte, incluyen vitaminas y minerales esenciales para funciones corporales clave, desde la oxigenación celular hasta la formación de tejidos.
Rompiendo mitos sobre la alimentación
Pese a los esfuerzos por promover una alimentación equilibrada, persisten mitos que confunden a la población. Entre ellos, la idea de que para perder peso es necesario eliminar ciertos grupos de alimentos, como los carbohidratos o las grasas. Fernández aclara que "cada macronutriente tiene un rol fundamental, y lo importante es encontrar el balance adecuado".
Otro error común es creer que reducir al mínimo la ingesta de alimentos es sinónimo de una buena dieta. Al contrario, una dieta restrictiva puede privar al cuerpo de nutrientes vitales, afectando la salud física y emocional.
"Lo que realmente impacta en nuestra salud es lo que hacemos el 90% del tiempo; por eso es importante practicar el equilibrio en todos los aspectos de nuestras vidas", concluye Fernández.