¿Cómo afecta la hipertensión arterial la función de los riñones?
La presión arterial alta no solo puede llevar a enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, también representa un riesgo significativo de desarrollar enfermedad renal crónica
La hipertensión, comúnmente conocida como presión arterial alta, es un problema de salud que afecta a uno de cada tres adultos en el mundo, según confirma la OMS.
Las causas exactas de la hipertensión son, en muchos casos, desconocidas. Sin embargo, varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollarla como los antecedentes familiares, el sobrepeso, la diabetes, el consumo excesivo de sal o la ingesta elevada de alcohol.
Datos revelan que los hombres son más propensos a desarrollar hipertensión hasta los 45 años. A partir de esta edad, las tasas de hipertensión se igualan entre ambos sexos, y después de los 64 años, el porcentaje de mujeres con hipertensión supera al de los hombres.
Cómo afecta los riñones
A medida que las arterias se ven sometidas a una presión constante, el corazón se esfuerza por bombear sangre, lo que puede tener repercusiones serias en diversos órganos, especialmente en los riñones.
Estos órganos vitales son responsables de filtrar desechos y toxinas de la sangre, regular líquidos y minerales, así como producir hormonas que controlan la presión arterial. En este contexto, entender la relación entre la hipertensión y la salud renal es esencial para mantener un bienestar integral.
- En términos generales, la hipertensión se define como una lectura de presión arterial de 130/80 mmHg o más.
De acuerdo con el doctor Ivan Porter, nefrólogo de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida, la presión arterial alta no solo puede llevar a enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, sino que también representa un riesgo significativo de desarrollar enfermedad renal crónica.
"La presión arterial alta puede destruir los vasos sanguíneos en todo el cuerpo, incluyendo los que suministran sangre a los riñones", sostiene.
Cuando estos vasos se dañan, explica el galeno, los riñones no reciben la sangre y los nutrientes necesarios para funcionar de manera óptima, lo que puede disminuir su capacidad para filtrar la sangre y eliminar desechos.
Este ciclo de daño es preocupante: la hipertensión puede dañar los riñones, lo que a su vez puede provocar un mal funcionamiento de los riñones y, por ende, un aumento en la presión arterial. "A medida que la enfermedad renal crónica avanza, muchas personas desarrollan hipertensión, y viceversa", refiere Porter.
Por lo tanto, controlar la presión arterial alta es esencial para quienes ya padecen enfermedades renales.
Cambios en el estilo de vida
Hay medidas que se pueden tomar para controlar la presión arterial y mantener la salud renal. El profesional de la salud enfatiza la importancia de mantener una comunicación constante con el equipo de atención médica para gestionar esta condición.
"La presión arterial alta responde a muchas de las elecciones que hacemos en nuestro estilo de vida", indica Porter. Hacer ejercicio regularmente, evitar alimentos procesados, reducir la ingesta de sodio e incluir más frutas y verduras en la dieta diaria son cambios que pueden tener un impacto positivo.
Hay que tener en cuenta que, si bien estos ajustes a menudo son efectivos, algunos pacientes pueden necesitar medicamentos adicionales para ayudar a controlar su presión arterial.