Estas serían las consecuencias de prohibir las redes sociales a los menores de edad
Cada vez más países han ido adoptando estas normativas en las aulas de clase
El tema de las redes sociales en el colegio ha sido fuente de debate sobre cómo el uso de estas plataformas puede afectar la salud mental y el rendimiento de los estudiantes y ha motivado a varios países europeos a adoptar medidas para evitar que esto ocurra.
Un ejemplo reciente de esta tendencia es la del estado de Florida de los Estados Unidos, donde el senador Ron DeSantis ha promulgado una ley que prohíbe el uso de las redes sociales a los menores de 14 años.
Asimismo, los jóvenes entre 14 y 15 años necesitarán la autorización de sus padres para acceder a estos servicios.
Esta normativa entrará en efecto en Florida el primero de enero del 2025, pero otros países como Francia, Italia, Países Bajos, Irlanda, Finlandia y Suecia están también en la lista de los que ya han adoptado medidas a nivel nacional para prohibir a los estudiantes, en este caso, el uso de celulares en clase.
¿Qué implica este tipo de prohibición y cuáles son sus posibles efectos?
"Aplicar una iniciativa como la que esta ley plantea sería de mucho provecho, debido a que el contenido de redes sociales en nuestro país, esencialmente en estas plataformas, tiende a ser explícito y puede llegar al extremo de distorsionar información, siendo eventualmente desorientadora para el menor", explica Paola Rodríguez, psicóloga clínica con un máster en Psicología Infanto-juvenil (@mentalmenterd).
"En efecto, lo que busca dicha ley es, aparte de proteger al niño o adolescente, es también limitar tanto el acceso como la aparición de contenido que pueda ser dañino para este, poniendo como requisito que para acceder los padres, tutores o guardianes den la autorización mediante verificación anónima de edad y que luego de ser comprobada los datos sean eliminados (en el caso de los mayores de 14 años)", agregó la psicóloga.
Prohibición necesaria
Hay quienes argumentan que este tipo de legislación interfiere con las decisiones de los padres sobre cómo criar a sus hijos.
Además, empresas como Meta (Facebook e Instagram) y X Corp. (X, antes conocida como Twitter) también pueden refutar que las restricciones asociadas a este tipo de ley podrían causar problemas para la protección de la privacidad de datos, ya que hay que compartir información personal para que los usuarios verifiquen su edad.
"Lo primero que hay que entender es que este problema se presenta en todos los niveles y tiene que ser resuelto de manera colectiva", expresa Isabella Paz, directora pedagoga y psicomotricista de @felicesjugando.
"La industria de las redes sociales no está enfocada en el desarrollo de la infancia, ni de los jóvenes, ni de la salud mental. Ellos lo que han hecho es generar aplicaciones o contenido netamente adictivo", asegura.
Aun así, no se puede ignorar el hecho de que las interacciones en línea, especialmente en las redes sociales, pueden ser una fuente de ansiedad, depresión y otros efectos nocivos en la salud mental de los niños.
"Según lo que he visto durante las consultas, lo primero que puede presentar en el joven es intranquilidad, ya que ven las redes como parte de su vida diaria; puede ser una baja en el estado de ánimo, sensación de agobio, sienten que no tienen nada que hacer, es como si su vida girara en torno a las redes sociales, pero a largo plazo, se puede ver cómo mejora significativamente en temas de habilidades sociales aptas para su edad y entorno", comenta Rodríguez.
"En estos casos, se trabaja también la construcción de la imagen de una forma apropiada, ya que debemos recordar que la adolescencia se caracteriza por esa búsqueda constante de identidad y pertenencia", agrega la profesional.
La presencia tecnológica en las aulas
Otro punto a tomar en cuenta es cómo el uso de las redes sociales y ciertos dispositivos puede afectar el rendimiento de los estudiantes en los salones de clase. Además, poco a poco, en algunas aulas el empleo de dispositivos como tabletas ha ido reemplazando a los libros y otros materiales didácticos.
"¿Qué pasa con el consumo de tecnología en exceso? Pues que te empobrece el lenguaje, la atención y la regulación de impulsos, que son aspectos de la función ejecutiva del cerebro", declara Paz.
"Entonces si yo estoy poniendo tecnología, redes sociales o lo que sea desde muy temprana edad, eso afecta mi atención, perjudica mi regulación de impulso y prueba de esto es que a nosotros mismos los adultos también nos pasa", añade la terapeuta.
De todas formas, quizás no sea necesario descartar todo el uso de este tipo de herramientas en el aula de clase si se aplican de una forma responsable y también se puede aprovechar como una oportunidad para enseñar a los estudiantes cómo utilizar este tipo de tecnología de una manera responsable.
"Más que implementar esta medida (de prohibición) en ciertos dispositivos, debemos orientar a nuestros jóvenes en el uso responsable de los mismos y, claro, limitar el acceso a los contenidos que quedan fuera de su etapa del desarrollo", aclara Rodríguez.
"En caso de no poder estar siempre pendientes del uso de los dispositivos tecnológicos, pueden ayudarse de aplicaciones o configuraciones que vienen ya integradas y que limitan el tiempo y el contenido del dispositivo.
Los controles parentales en los dispositivos permiten a los padres o tutores restringir, controlar y permitir el contenido adecuado según la etapa del desarrollo del niño o niña", explica también.
Una vista internacional de la tecnología en la educación
El año pasado la Unesco publicó el "Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2023".
En dicho documento se hizo un llamado a limitar el uso de dispositivos como celulares en situaciones en las que sirvan de apoyo a resultados del aprendizaje.
En ese informe también se advirtió sobre cómo el uso excesivo e inapropiado de los dispositivos móviles puede interrumpir el proceso de aprendizaje, reducir la concentración en clases y fomentar el aumento de comportamientos inapropiados y casos de ciberacoso.
"Han bajado los rendimientos académicos por el suelo y han aumentado todos los problemas de salud mental en los jóvenes", resalta Paz. "Tenemos un empobrecimiento lingüístico, y eso es grave porque eso no les permite ni siquiera generar un pensamiento crítico, y han aumentado las denuncias de ciberacoso sexual, pero de una manera dramática".
De todas formas, a pesar de los distintos beneficios que puede aportar el uso de ciertos dispositivos en las aulas, no se pueden ignorar los efectos nocivos que pueden surgir por el uso irresponsable de estas herramientas, especialmente en el caso de los celulares y las redes sociales en aquellos que pueden ser más vulnerables.
Aunque adquirir habilidades tecnológicas es importante para las nuevas generaciones de usuarios, también es esencial tener en cuenta el impacto que puede tener el uso de los celulares y las redes sociales en mentes que aún se están desarrollando.
Asimismo, no se puede ignorar la importancia de fomentar el pensamiento crítico en los jóvenes, la costumbre de tomar descansos del uso del celular y el manejo responsable de estos dispositivos.