¿Con azúcar o sin?: experto en café arroja luz sobre esta disyuntiva
James Hoffmann asegura que beber café de cápsulas es como "comer pizza congelada"
Hablar con el británico James Hoffman es como abrir la mejor enciclopedia sobre el café, sobre su pasado, presente y futuro, un experto en esta materia que asegura que beber café de cápsulas es como "comer pizza congelada" y que avisa que si China empieza a consumir café de especialidad, se "encarecerá".
Así dice Hoffmann en una entrevista con EFE en Madrid, donde ha participado en el CoffeFest, el salón especializado en café celebrado esta semana, donde afirma que el llamado 'oro negro' vive su "edad dorada".
Eso sí, avisa sobre dos cuestiones: China y el cambio climático.
Respecto al país asiático, advierte de que China todavía bebe cantidades muy pequeñas de café per cápita, pero si eso cambia, el precio del café se "encarecerá" porque la demanda aumentará "en todas partes".
"Si echo la vista atrás, hace diez años el café tradicional era muy fuerte, muy barato y muy disponible, y no había muchas más opciones. Pero ahora tenemos donde elegir y más educación en esta materia. Creo que el consumidor ha avanzado, al igual que ha cambiado su comprensión de cómo hacer café y éso es un círculo virtuoso muy positivo", explica el autor del libro 'El Mejor Café en casa' (Cinco Tintas editorial).
Un crecimiento que "suena bien" en la actualidad, pero que si se mira al futuro "esta tendencia no puede continuar", porque el cambio climático está cambiando las reglas, también el cultivo de café.
"Habrá menos tierra apta para el café en 20 o 50 años (...). No creo que el café barato vaya a cambiar de precio y no va a desaparecer, pero sí que el café de especialidad se reducirá aún más y en el futuro recordaremos este momento y nos preguntaremos: ¿no tuvimos suerte de que fuera tan bueno el café? Recordaremos que había muchas opciones y no era tan caro", lamenta.
¿Con azúcar o sin?
"Es posible saborear un buen café si le pones azúcar", expresa sin fisuras, porque por qué no echarle azúcar si alguien le gusta el café dulce.
"La industria del café durante mucho tiempo -añade- fue muy anti azúcar y al mismo tiempo olvidó que la mayoría de las tazas de café en el mundo necesitan un poco de azúcar. Los mejores cafés tal vez no lo necesitan, pero la mayoría sí. Eso sí, si quieres probar todo lo que hay en el café, el azúcar lo ocultará".
Y sobre el tueste del café, Hoffmann cree que se está obrando un milagro ya que en España o Reino Unido son cada vez más los tostaderos que se están creando, como es el caso de Puchero, situado en la localidad de Hornillos de Eresma (norte) creado por un grupo de jóvenes.
"Eso es lo que realmente aporta la diversidad, es como si hubiera gente pequeña con creencias, filosofías, gustos y estéticas que son propias. Y la forma en que tuestan el café será diferente a la forma en que tuestan el café de otras personas. Durante mucho tiempo se trataba de café italiano importado o de producción masiva y no teníamos pequeños tostadores. Ahora tenemos cientos y cientos de ellos", apunta.
Una realidad que le lleva a pedir café tostado en negocios locales cuando viaja: "No quiero tomar café de ningún otro lugar que no sea tostado en esa ciudad, porque quiero saber cómo son los gustos y estilos".
Una reflexión que le lleva a abordar por qué Italia, siendo un país que no tiene agricultura de café, es el país más famoso cuando se habla de café: fueron los inventores de la máquina de 'expresso', lo que hizo que el consumo del café se popularizara: "Este país es un gran exportador cultural".
EFE/Pilar Martín