Compartir
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales

¿Cómo criar hijos emocionalmente inteligentes?

¿Pueden unos padres a los que no se les enseñó a gestionar sus emociones criar hijos emocionalmente inteligentes? La respuesta es sí

Expandir imagen
¿Cómo criar hijos emocionalmente inteligentes?
La inteligencia emocional es una habilidad que todo ser humano puede desarrollar. (FREEPIK)

La meta de todo padre es que sus hijos se desenvuelvan con eficiencia en su vida futura, que sean capaces de afrontar situaciones difíciles y tomar decisiones complicadas. Para ello es necesario que sepan gestionar sus emociones, una habilidad que se aprende a lo largo de la vida. 

Aunque todos tenemos la capacidad de desarrollar la inteligencia emocional, la experta en neurociencias y conferencista internacional Leticia Centurión (@leticia_centurion_coach) aclara que a algunas personas se les hace más fácil que a otras, pues tiene que ver con la forma en la que fuimos educados y estimulados en casa. Un niño cuyos padres no saben manejar sus conflictos, dice, probablemente será un adulto incapaz de entenderse a sí mismo y a los demás.

¿Pueden unos padres a los que no se les enseñó a gestionar sus emociones, criar hijos emocionalmente inteligentes? La respuesta es sí, y para hacerlo la coach ofrece las siguientes recomendaciones: 

  • Hacer una introspección. "La estrategia más importante para criar hijos que sepan gestionar sus emociones es, como padres, hacer una introspección para conocernos a nosotros mismos y a qué somos reactivos", explica. El sinónimo de la inteligencia emocional es ser proactivo. La ausencia de ella nos hace ser personas reactivas.
  • En segundo lugar, hay que crear una consciencia emocional para saber distinguir lo que nos pasa. "A veces decimos sentir una cosa, y nos está pasando otra. Debemos tener esa claridad para regular lo que nos pasa", refiere. "Cuando nos conocemos y sabemos lo que nos pasa, es mucho más fácil poder apoyar a nuestros hijos".
  • Por último, pero no menos importante, aconseja ser un modelo a seguir. Es incongruente pedirles a los niños que no griten, cuando les gritamos, o que no sean agresivos si los agredimos. El punto de partida para tener niños capaces de identificar y comprender las emociones de otros y las de sí mismos es dando el ejemplo, entendiendo que ellos no se crían por lo que escuchan, sino por lo que ven. 
Expandir imagen
Infografía

Con los adolescentes

Para nadie es un secreto que la adolescencia es una etapa llena de cambios, en la que se suele ser más reactivo y estar más irritable. En ese momento, es necesario que los padres se conviertan en acompañantes para ellos en sus diferentes estados emocionales. 

"En ese periodo, no es que hay que ser amigos de los hijos, sino un apoyo y supervisores de sus conductas, porque están muy predispuestos a situaciones complicadas", dice la profesional. A eso agrega que hay que saber comunicarse de forma asertiva con los hijos adolescentes, de modo que en lugar de sentirse juzgados cuando hablen sobre una situación por la que están pasando, sientan que son comprendidos. 

"La adolescencia es una etapa complicada desde el cerebro de los jóvenes y muy vulnerable. Como padres hay que entender que ellos no quieren ser así, sino que no tienen control sobre el racionamiento y actúan por instinto y por emoción", sostiene. 

Expandir imagen
Infografía
"A través del estudio de las neurociencias, se ha determinado que el ser humano es movido y toma decisiones en un 85 % desde lo emocional y desde el instinto. Solo en un 15 % somos personas que pensamos y luego actuamos"Leticia Centuriónexperta en neurociencias e inteligencia emocional

Cuidado con la represión 

"Los hombres no lloran" o "Cuidado con llorar, para no darte motivos para que lo hagas con gusto" son frases comunes que se le repiten a los hijos y que, a consideración de Centurión, hacen más daño que bien. Al reprimir los sentimientos de los hijos, solo se logra que sean más propensos a tener problemas de salud mental en el futuro y que sean menos capaces de lidiar con situaciones difíciles. 

Lo que sugiere la experta es cambiar esas frases por otras que los ayuden a dejar fluir sus sentimientos como "Está bien que estés triste" o preguntar "¿Cómo puedo ayudarte a salir de esa tristeza?´´. "Así los estamos ayudando a saber que está bien desahogarse, que las emociones están ahí y no hay por qué reprimirlas", concluye. 

TEMAS -

Periodista de Revista. Me apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.