Cómo limitar el uso de las pantallas de tus hijos
La sobreexposición a las pantallas y contenidos de poca calidad se asocian a problemas para conciliar el sueño, retraso en el desarrollo de las habilidades sociales, obesidad o problemas de atención
¿Cuánto tiempo al día pasan tus hijos frente a las pantallas?, ¿más del que deberían? La Sociedad Americana de Pediatría indica que, en niños menores de dos años, se debe evitar el uso de aparatos electrónicos, mientras que de tres a cinco años se aconseja una exposición que no sobrepase los 45 minutos por día. Luego de los seis años, recomiendan una hora al día, y en el caso de niños de 10 en adelante, el consumo aumenta a unas dos horas por día, seccionado en cuatro espacios de tiempo de media hora cada uno.
La sobreexposición a las pantallas y contenidos de poca calidad se asocian a problemas para conciliar el sueño, retraso en el desarrollo de las habilidades sociales, obesidad o problemas de atención. Si quieres controlar el tiempo que tus niños dedican a las pantallas, presta atención a estos siete consejos:
1. Predica con el ejemplo
Es contradictorio explicarle a los niños que no es bueno abusar de las pantallas mientras ellos ven que sus padres se pasan todo el día en redes sociales, teletrabajando, viendo series o películas. El aprendizaje infantil comienza con la observación. Los hijos ven lo que hacen sus padres y aprenden esas mismas conductas. Si realizas el esfuerzo de usar menos pantallas frente a ellos, es probable que emulen ese comportamiento sin que tengas que pedírselo.
2. Deja que sean ellos que organicen su tiempo
Es importante, como padres, poner límites sobre la cantidad de horas al día que los hijos pueden utilizar sus aparatos electrónicos. Sin embargo, lo ideal es que sean ellos quienes distribuyan ese tiempo como mejor les parezca. Es decir, si decidiste que les permitirás utilizar pantallas dos horas al día, pregúntale: ¿cómo te gustaría organizar tu día? Esto, además, los ayuda a aprender a gestionar su tiempo y organizarse.
3. Ofrece otras alternativas
Una buena estrategia para reducir el uso de pantallas es buscar actividades alternativas, que sean interesantes para tus hijos, pues es mucho más fácil dejar de usar el móvil o tableta porque hay opciones más divertidas que simplemente porque papá y mamá se los pidieron. Para esto es importante conocer a tus hijos y saber lo que les gusta. Las opciones pueden ir desde colorear hasta practicar algún deporte al aire libre. Además, es una buena forma de conectar como familia.
4. No las uses como un premio o castigo
Usar los aparatos electrónicos como castigo o como recompensa no es lo más recomendable, según un estudio elaborado por la Universidad de Guelph en Canadá y publicado en la revista BMC Obesity. ¿Por qué no es bueno? La investigación descubrió que los niños cuyo tiempo de pantalla está controlado como una recompensa o un castigo pasan más tiempo frente a sus dispositivos electrónicos que aquellos que no están disciplinados de esa manera.
“Es similar a cómo no debemos usar golosinas azucaradas como recompensas, porque al hacerlo podemos aumentar la atracción hacia ellas. Cuando das comida como recompensa, a los niños les gusta menos la zanahoria y el pastel más. Lo mismo con el tiempo en pantalla”, explica el investigador Jess Haines.
5. Reduce el número de pantallas
Mientras menos acceso a pantallas tengan los niños, menor será la tentación de utilizarlas. La recomendación es no poner televisión en la habitación de tus hijos, ya que al tener libre acceso no puedes controlar el contenido ni el tiempo de exposición, y suministrarles aparatos como tabletas, que puedas guardar lejos de ellos cuando no las estén usando.
6. Avisa antes de que sea hora de dejar las pantallas
La exposición a luz eléctrica en horas cercanas a irse a dormir puede dificultar la producción de melatonina y, por lo tanto, puede hacer más complicado conciliar el sueño. Aproximadamente media hora antes de que sea tiempo de soltar los aparatos electrónicos, avisa a tus hijos para que su cerebro se vaya preparando y no los tome desprevenidos.
7. Ten paciencia
El último consejo, y quizá más importante, es tener presente que los cambios necesitan tiempo y en los niños este proceso puede ser aún más difícil. El cerebro asimila cambios de forma gradual, por lo que al principio puede haber negación y berrinches por parte de tus hijos para cumplir con las nuevas normas. Debes estar preparado para enfrentarlo.