La familia y la salud entre las prioridades vitales de los jóvenes de República Dominicana
Los y las jóvenes del país destacan la importancia que le dan a la familia y llevar una vida moral
Los jóvenes de República Dominicana, con edades comprendidas entre los 15 y 29 años, valoran en 91 %, la familia y la salud como prioridades vitales y principales referentes a la hora de construir sus ideas e interpretaciones del mundo. También llevar una vida moral y digna, el medioambiente y la educación está entre sus prioridades. Por otra parte, lo que menos les importa es la política, catalogada en (un 29%).
En el ranking de confianza, el 70% asegura confiar en el sistema educativo, que es el más valorado, junto con la Iglesia (66%). A mucha distancia le siguen los medios de comunicación en un (47%) y las empresas privadas un (40%); mientras que los que menos confianza despiertan son los partidos políticos en (un 20%).
Esta información fue ofrecida por la Fundación SM en República Dominicana durante la presentación del Informe de Jóvenes del Observatorio de la Juventud en Iberoamérica realizada en el Foro Pedro Mir de Cuesta Libros.
Según explicó, Mayte Ortiz, directora general de la Fundación SM, esta es una investigación única que ofrece un retrato actual de los jóvenes iberoamericanos, pues refleja cómo son, cómo piensan y cómo actúan.
“Este informe es muy relevante porque, por primera vez, tenemos una radiografía de cómo son los jóvenes en República Dominicana, qué les inquieta, qué les preocupa, qué les motiva y, además, este informe ha participado en otro a nivel iberoamericano donde se contrastan los datos con cómo son los jóvenes en otros países, como Chile, Brasil, México y España”, resalta Mayte Ortiz. “Hemos encontrado que hay unas peculiaridades propias de este país, que importa mucho el contexto, pero después hay una constante también con el resto de los países. Por eso es tan relevante este informe en este momento”.
De otro lado participaron en el evento Julián Álvarez, director de evaluación e investigación del Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE) y Jackson Amonte, responsable de la Fundación SM en la República Dominicana, así como estudiantes del colegio Santa Teresa y los estudiantes de la Universidad Católica Santo Domingo.
“El estudio sobre juventud tiene como propósito ver la perspectiva de los estudiantes en término de varias temáticas como es la familia, la política, la religión y las redes sociales. Eso permite tener la percepción de los jóvenes de por dónde van las cosas y eso es útil para el sector educativo, para el sector religioso, para la política y también para la perspectiva ciudadana de cómo piensan los jóvenes. Es decir, los jóvenes son como un termómetro de hacia dónde van las cosas”, explica Julián Álvarez.
La juventud dominicana proyecta una visión crítica sobre su generación (rebeldes, demasiado preocupados por la imagen, consumistas) y demandan una educación afectiva y sexual que ponga énfasis en aspectos como la prevención de enfermedades (VIH/sida), métodos anticonceptivos, amor y relaciones sentimentales, problemas en las relaciones sexuales, orientación y opción sexual, y violencias o abusos sexuales.
“Es un estudio que se realizó en la pandemia y surge el tema de la salud como una inquietud en todos los países, cosa que no sorprende”, agrega Ortiz. “Tampoco nos sorprende que la familia sea una de sus prioridades porque lo ha sido en los 30 años que llevamos realizando estudios a este nivel. Sin embargo, hay uno muy importante a nivel global que escala posiciones y es la importancia que le dan a la educación y al sistema educativo como un trampolín o una manera de ascender socialmente y de lograr un proyecto vital. Peculiar de la República Dominicana y muy llamativo, es que en las primeras preocupaciones está llevar una vida digna y moral. Esto destaca mucho con otros jóvenes y dice mucho y bueno de los jóvenes dominicanos”.
Esta es una pincelada de la radiografía de los y las jóvenes que se puede extrapolar del último informe de "Jóvenes en República Dominicana" realizado por El Observatorio de la Juventud en Iberoamérica de la Fundación SM, en colaboración con el Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE). Para llevar a cabo este informe, se realizó un total de 1,136 entrevistas a jóvenes de todos los estratos sociales en la República Dominicana.
Han presenciado violencia
El informe también pone énfasis en otros aspectos, como el hecho de que cerca de la mitad de los y las jóvenes encuestados han sufrido o presenciado actos de violencia en su círculo más cercano. El 54% del total asegura haber sufrido o presenciado agresiones físicas entre personas amigas o conocidas, mientras que, por parte de personas desconocidas, o de la policía, asciende al 49% del total. En este contexto, la mayoría expresan un claro rechazo hacia cualquier manifestación de violencia o agresividad, dado que, aproximadamente, el 85 % califican como "poco o nada justificados" estos hechos.
Ocio
El 8 % de la juventud dominicana usa Internet. E 42% invierte su tiempo en la comunicación en el ciberespacio a través de las redes sociales. Otras dedicaciones en el tiempo libre de la juventud son chatear (17%) y las que tienen relación con el consumo de productos audiovisuales, como ver vídeos (15%). Además, el 63% de los y las jóvenes encuestados expresan su afición por la lectura, y cerca de la mitad de ellos prefiere los libros impresos.
Motivos para abandonar los estudios
Por otra parte, en lo relativo a los estudios, los motivos primordiales por los que la juventud dominicana se ve obligada a abandonar sus estudios tienen que ver con factores de tipo económico. Entre ellos destacan la dificultad económica la obligatoriedad de asumir responsabilidades tempranas (20%) y la necesidad de trabajar (18%). El 89% de los y las jóvenes dominicanos se plantean la posibilidad de migrar a otros países.
Datos de la encuesta
Los jóvenes iberoamericanos de hoy, con edades comprendidas entre los 15 y 29 años, prefieren vivir en sociedades diversas; están dispuestos a iniciar proyectos migratorios; priorizan la familia y la educación; demandan más formación en sexualidad; valoran positivamente las instituciones vinculadas al sistema educativo y al orden público, y se muestran críticos consigo mismos y también con los políticos, los sistemas gubernamentales y los medios de comunicación. Además, la mitad no cree que sus países sean suficientemente democráticos.