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Los siete tipos de bulos más frecuentes sobre nutrición

Los bulos son un mal endémico de nuestro tiempo que también ha hecho mella en el ámbito de la alimentación

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Los siete tipos de bulos más frecuentes sobre nutrición
Para evitar que le engañen, pregunte, revise y contraste cualquier información. (FREEPIK)

Potenciadas por el poder de difusión de internet y las redes sociales, las noticias falsas y los bulos son un mal endémico de nuestro tiempo que también ha hecho mella en el ámbito de la alimentación. Aquí propongo una clasificación que permite catalogar este tipo de patrañas nutricionales en siete categorías. Ojo avizor.

1. Titulares engañosos

Tiene lugar cuando los títulos, subtítulos o imágenes de los medios de comunicación no se atienen al contenido. Es el caso de las informaciones que, en verano de 2008, daban a entender que comer sandía tenía los mismos efectos que la viagra.

La noticia se basaba en un estudio de la Universidad de Texas A&M, en Estados Unidos. El trabajo revelaba que la citrulina, un tipo de fitonutriente, se convierte en arginina, un aminoácido cuya función es mejorar la producción de óxido nítrico. A su vez, este proceso relaja los vasos sanguíneos, el mismo efecto que produce la pastilla azul para tratar la disfunción eréctil. El único problema es que la citrulina se encuentra en mayores concentraciones en la corteza de la sandía, no en su pulpa, que es lo que comemos.

2. Contexto falso

Ocurre cuando el contenido genuino se comparte con información contextual falsa. Un ejemplo fue el lanzamiento de cierta crema quemagrasa supuestamente capaz de reducir 4 centímetros en 40 minutos cuando se aplicaba en la piel de la cintura.

José Enrique Campillo, profesor de Nutrición y Dietética de la Universidad de Mayores de Extremadura y colaborador de la Universitat Oberta de Catalunya, lo desmontaba tajantemente: “es un efecto que debería estudiarse en todas las universidades del mundo, ya que va en contra de las leyes de la Física”.

Campillo desarrolló un modelo matemático con el que demostraba que, de ser cierto lo que prometía, aquel producto liberaría 4 000 kilocalorías en 40 minutos. Y como consecuencia, nuestro cuerpo aumentaría su temperatura corporal en varios cientos de grados.

3. Contenido incriminatorio

Nos referimos al uso engañoso de información para arruinar la reputación de una persona o un alimento. El caso más típico de falso villano de nuestra salud ha sido el huevo. Durante muchas décadas estuvo en el ojo del huracán, ya que se asociaba su consumo con el aumento o el agravamiento de la hipercolesterolemia.

Esta valoración cambio en 1997 tras un estudio de la Universidad de Arizona, al que se sumaron otras investigaciones posteriores. En ellas se puso de manifiesto que la absorción del colesterol presente en este alimento es bloqueada por otros compuestos. Sin embargo, aún perdura en buena medida su mala fama.

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Infografía

4. Contenido manipulado

Es cuando la información o imágenes genuinas se manipulan para engañar. En marzo de 2017, por ejemplo, circuló una foto de carne envasada vendida en supermercados italianos para hacer a la parrilla que procedía de gatos, con el consiguiente escándalo.

En realidad, la foto ilustraba la noticia de un experimento social sobre la percepción del consumo de animales domésticos en diferentes culturas. Era un montaje.

Más reciente ha sido el revuelo levantado las últimas navidades por unas tostadas ya untadas que supuestamente eran vendidas en una cadena española de alimentación. Se trataba de una inocentada.

5. Contenido fabricado con mala fe

La información es 100 % falsa y se crea expresamente para engañar y hacer daño.

Así, a comienzos de 2007 comenzó a circular por los correos electrónicos el siguiente bulo: en los envases de leche aparecía un número que indicaba cuántas veces había sido reciclada esa leche tras vencer su fecha de consumo preferente.

Sistema de numeración para que el fabricante del envase pueda identificar en qué posición de la bobina fue producido un determinado envase. TetraPack

Tras la noticia, el fabricante de Tetra Pak y la Federación Nacional de Industrias Lácteas tuvieron que salir a desmentirlo: “Los envases de Tetra Pak se producen en grandes bobinas. Las bobinas se dividen después en 5 rollos de envases (en el caso de envases de 1 litro). Cada rollo de la bobina recibe una numeración que permite identificar en qué pista de la bobina fue producido un determinado envase (…). Un número del 1 al 5 en la base del envase indicaría a cuál de los cinco rollos de envases de litro pertenece el envase en cuestión. No hay ninguna relación con el producto contenido”.

6. Contenido del impostor

Aquí, las fuentes genuinas son suplantadas por otras falsas e inventadas. En 2014, el programa matutino The Today Show, emitido por la cadena estadounidense NBC, demostraba que las fotos del “antes y después” de una dieta debían ser siempre cuestionadas. Eran imágenes retocadas informáticamente, tomadas con cuidadas técnicas de iluminación o incluso extraídas de blogs personales sin consentimiento.

7. Bromas que no todos entienden

Se utiliza sin ninguna intención de causar daño, pero tiene potencial para engañar si la fuente de donde ha salido no es conocida por el público en general. El Mundo Today es un buen ejemplo, ya que utiliza un formato de prensa tradicional para crear parodia y sátira.

(Escrito por Jose Miguel Soriano del Castillo, catedrático de Nutrición y Bromatología del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad de Valencia).

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