Meditación y sexo: el secreto de la eterna juventud
La meditación mindfulness y el sexo seguro y exclusivo con la pareja generan felicidad y bienestar
En mis charlas y conferencias, que generalmente constan de una audiencia femenina, me encanta hacer esta pregunta:
-"¿Cuántos años creen que tengo?"
Las respuestas son variadas, pero todos coinciden en que no sobrepaso los 40. Y cuando les digo mi edad, 50, hay un murmullo generalizado de sorpresa y estupor.
-"¿Y cómo se mantiene tan joven?", me preguntan.
-"Tengo dos secretos", respondo.
Levanto mi brazo y mi dedo índice al aire para reflejar el número uno. "Mi primer secreto es la meditación", digo. La reacción es un silencio absoluto, seguido de rostros con una expresión de incredulidad. Casi nadie tiene este hábito en este país y es una actividad rodeada de mitos. Menos de un cinco por ciento asiente con la cabeza y se identifica.
Vuelvo a levantar mi brazo y dos dedos indican el número dos. "Mi segundo secreto...". Hago una pausa para crear expectativa y hasta me parece oír redoble de tambores. "Mi segundo secreto es el sexo". El público se divide en dos: por un lado, risas maliciosas y estruendosas, y por el otro, caras de vergüenza. La líder de una empresa una vez me dijo que se alegraba de que su marido no estuviera ahí para oír mi secreto. Todavía analizo qué me quiso decir porque lo dijo muy seria y en tono reprobatorio.
Lo repito: meditación y sexo. Seamos más específicos: la meditación mindfulness y el sexo seguro y exclusivo con mi pareja.
Sé también que, con seguridad, hay un elemento genético como razón para verme de menos edad, pero no me cabe duda de que la actitud y los hábitos que tienes influyen muchísimo.
Estas dos prácticas generan felicidad y bienestar. Estas dos actividades de las que casi nadie habla, y que están matizadas de creencias y tabúes, son dos acciones que, llena de entusiasmo, predico. Solo enseño una. La otra la reservo para los espacios más íntimos con mi esposo.
Pero, ¿cómo puedo asegurar que meditar y tener sexo generan felicidad y bienestar?
Lo dicen la ciencia y mi experiencia.
Cómo ayudan la meditación y el sexo
Los científicos aseguran que meditar ayuda a combatir el estrés y sus efectos adversos, además de que mejora la memoria, incide positivamente sobre el sistema inmunológico, mejora la capacidad de atención, te ayuda a sostener conexiones más auténticas con otras personas e impulsa el pensamiento positivo, entre otros muchos beneficios.
En cuanto a tener relaciones sexuales, además de ser una actividad placentera para el ser humano, puede mejorar el estado de ánimo, aumenta hasta en un 30% los niveles de anticuerpos en tu organismo, te ayuda a vivir más, mejora tu estado físico (se pueden quemar hasta 100 calorías), reduce el dolor al liberar endorfinas, mejora la capacidad cardiovascular, aumenta la autoestima, tiene un efecto positivo en el proceso de renovación de la piel, ayuda a dormir mejor, reduce el estrés y, finalmente, como era de esperarse, rejuvenece.
Por supuesto, existen algunas otras herramientas y hábitos que pueden generarte parte de estos beneficios, como el ejercicio, pero sobre la meditación y el sexo pesa la sombra del desconocimiento.
Aquí puedo citarte algunos mitos que rodean la meditación, por ejemplo, que meditar es difícil. Amara Carvajal, profesora de yoga, expresa que este mito "está enraizado en la idea de que la meditación es una práctica esotérica reservada sólo para santos, sacerdotes, mujeres y hombres sagrados o aquellos que advocan su vida a un fin únicamente espiritual", pero en realidad, cuando comienzas a aprender a meditar con el acompañamiento de un instructor, la meditación es sencilla y, además, divertida de aprender. "Una de las razones por las que la meditación puede ser al principio difícil de practicar es porque de normal nos cuesta mantener la atención en un sólo lugar y esto nos produce juicio y frustración. Al principio, quizás hay unos deseos o unas ideas preconcebidas de lo que uno/a espera de la meditación" apunta Amara.
Otras falsedades sobre la meditación es que la mente tiene que estar en blanco, que la mente tiene que estar tranquila (la mente tiene vida propia, los pensamientos no pueden detenerse), que es escapismo, que no tienes tiempo para esta actividad, que vas a vivir una experiencia extraordinaria o transcendental. No, cuando meditas, no levitas ni te comunicas con los muertos.
¿Mitos sobre el sexo? Son muchos para mencionarlos todos, pero aquellos que evitan que tengamos una vida sexual plena, sobre todo para las mujeres, serían: que a partir de cierta edad el sexo ya no es importante, que los hombres tienen más deseo sexual que las mujeres, que el tamaño importa, entre otros.
Por esto, hoy te invito a que leas más sobre estas actividades, que investigues, que preguntes a expertos en la materia sobre cómo puedes incluirlas en tu rutina, que conviertas la meditación y el sexo en dos verbos, y, sobre todo, que abras tu mente a las posibilidades que pueden traerte para disfrutar más de la vida.
Te abrazo en atención plena.