Hamid Feiz: “La vejez no sólo está determinada por los años. En ella influyen el bienestar mental, físico y social”
El 80% de las personas en etapa del envejecimiento tiene al menos una enfermedad crónica; mientras que más del 60% presenta dos o más
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la esperanza mundial de vida es de 73 años, al año 2019. Se espera que para el año 2030 una de cada seis personas en el mundo tenga 60 años o más, lo que pone mayor importancia a esta etapa de la vida.
Sobre el envejecimiento hay muchos mitos y preguntas sin aclarar, especialmente los que tratan la salud integral de esta parte de la población, razón por la que entrevistamos al doctor Hamid Feiz, entorno al tema.
— Personas que al llegar a la tercera edad se quedan rezagadas y otras se muestran muy activas, ¿qué es lo que pasa?
En los últimos años, varios estudios interesantes han encontrado varios factores que afectan el proceso y pueden arrojar más luz sobre esta importante cuestión. Uno de los factores más importantes es el estrés emocional y físico. El otro factor importante que conduce a un envejecimiento más rápido y prematuro es la falta de actividad física. Todos somos conscientes de cómo el estrés mental afecta a nuestro cuerpo, a nuestro cerebro y a nuestras emociones. Una larga línea de estudios ha demostrado que el estrés aumenta el desarrollo de la inflamación muscular junto con el riesgo de diversas enfermedades y afecta negativamente a muchos procesos biológicos. La buena noticia es que hoy en día existen muchas formas comprobadas de mejorar nuestra respuesta al estrés y reducir su impacto en nosotros.
—¿La vejez está determinada por la edad?
Hay que tener claro que el envejecimiento es un proceso inevitable, que se mide comúnmente por la edad cronológica. Sin embargo, el proceso de envejecimiento no es uniforme en toda la población debido a diferencias en la genética, el estilo de vida y la salud en general. La vejez no sólo está determinada por los años (envejecimiento cronológico), en ella también influye el bienestar mental, físico y social. Muchos de los pacientes tienen más de 80 años y todavía son muy activos física y socialmente. A menudo me dicen: ¡siento que tengo 30 años!
—¿Cuáles son las principales enfermedades que afectan a las personas de la tercera edad?
El 80% de los adultos mayores de 65 años tienen al menos una enfermedad crónica, mientras que el 68% tiene dos o más, como enfermedades de las arterias coronarias, insuficiencia cardiaca y accidente cerebrovascular. También diabetes, enfermedades pulmonares como EPOC y asma; enfermedad renal aguda y crónica;_o artritis, una inflamación de las articulaciones, que causa dolor y rigidez y es más común en las mujeres.
En la actualidad existen muchas formas comprobadas de mejorar la respuesta al estrés y reducir su impacto en la calidad de vida. El primer paso, según el geriatra, es aumentar la conciencia de cómo se maneja el estrés en nuestras vidas. Es un proceso difícil que puede requerir ayuda profesional, pero es una gran inversión para nosotros mismos a lo largo de los años. Asimismo, también es necesario entender que existen otros factores que influyen en el envejecimiento prematuro de las personas, entre ellos, el sueño insuficiente, la carencia de una alimentación integral, fumar y consumir en exceso bebidas alcohólicas.
— Una de las tantas patologías que llega a los familiares de una persona adulta mayor es el riesgo de que su ser querido padezca demencia. ¿Hay manera de prevenirla?
No existe un método, tratamiento o sustancia específica que esté probada para prevenir la demencia. Lo que sí se puede hacer es reducir el riesgo de padecerla, gracias a los numerosos estudios que se están realizando sobre el riesgo y la prevención. Es muy recomendable estar física y socialmente activo para reducir el riesgo de desarrollar demencia. Piense en ello como “actividad”, no como “ejercicio”.
—¿Qué retos enfrenta la geriatría actualmente?
El mayor es la prevención de la discapacidad física y la ampliación de la “esperanza de vida activa”. Afortunadamente, estudios recientes sugieren que se puede lograr un envejecimiento saludable (”exitoso”), con una buena planificación para la vejez que incluya actividad física, dieta saludable, acceso oportuno a un internista bien capacitado que sea capaz de tratar enfermedades agudas y enfermedades crónicas como la sarna; enfermedades de las arterias coronarias, insuficiencia cardiaca congestiva, hipertensión, diabetes y artritis. Estas enfermedades y algunas formas de demencia pueden retrasarse o incluso prevenirse. Incluso la pérdida de fuerza muscular con el envejecimiento se puede prevenir en parte.