¡No es el Flying Fox! Así es el verdadero yate de Jeff Bezos, el más caro del mundo
El Oceanco Y721 contará con otro yate de apoyo y tendrá su propio helipuerto
Hace unos días corría la noticia de que Jeff Bezos se encontraba en territorio dominicano. Las especulaciones empezaron luego de que el Flying Fox, el supuesto yate del presidente ejecutivo de Amazon, fuera visto en las costas de La Romana. Sin embargo, ya se ha aclarado que no es cierto que Bezos se encontraba en el país, pues referido yate no es de su propiedad.
La razón por la que se le ha atribuido la embarcación al magnate es porque cuando la marca de yates alemana Lürssen empezó a construirlo, supuestamente se le vio a bordo. El tema es que el barco está disponible para alquilar, lo que quiere decir que él no necesariamente debe ser el dueño.
Según el portal Imperial Yachts, para rentar este lujoso yate por una semana debes pagar 3.5 millones de dólares. Y no es para menos, pues la embarcación es conocida como el Disneyland para adultos y figura como el decimocuarto yate más grande del mundo.
“El yate tiene una manga de 21,5 metros y un calado de 5,1 metros, proporcionando un gran número de zonas para el ocio y el entretenimiento. El alojamiento tiene capacidad para 25 invitados distribuidos en 14 elegantes camarotes dobles con baño privado, equipado con una tripulación de 54 experimentados miembros para ofrecer un servicio de 7 estrellas durante la estancia a bordo de los invitados, reseñan en una página de alquiler de yates en Ibiza.
Así es el verdadero yate de Bezos
Quizá no sea el propietario del Flying Fox, pero Bezos pronto tendrá su propia embarcación de lujo, la cual está siendo construida en Holanda y se espera que surque las aguas este verano. No tendrá nada que envidiar al llamado Disneyland para adultos, pues contará con 127 metros de eslora.
Valorado en aproximadamente 430 millones, el Oceanco Y721 desde ya ostenta el título del yate más caro del mundo. Inspirado en el Black Pearl, tendrá otro yate de apoyo y su propio helipuerto. Un dato curioso es que sus velas serán tan altas que cuando esté terminado, para abandonar Róterdam (donde está siendo construido), tendrán que desarmar el icónico puente De Hef, uno de los símbolos de la ciudad, para que pueda cruzar.