Menstruación: ¿Cómo preparar a las niñas para esta etapa?
La llegada de la menstruación no tiene una fecha puntual. Puede llegar en cualquier momento. Las conversaciones constantes pueden evitar una crisis
Ser mujer significa, entre muchas otras cosas, vivir la experiencia de menstruar. Y cuando una niña o adolescente ve su primera menstruación, quiere decir, que se está acercando al final de la pubertad y que su cuerpo se está preparando para poder dar vida.
La llegada de la menstruación no tiene una fecha puntual. Puede llegar en cualquier momento. A pesar de esto, se estima que la primera “regla” se ve alrededor de los 12 años, pero existe la posibilidad de tenerla antes o después de esta edad.
Pero, ¿cómo y cuándo preparo a mi hija para este momento?
“A mi hija le llegó la menstruación a los 11 años, cuando sucedió yo me quería morir, era solo una niña y yo no sabía cómo manejarlo. La vi desesperada, con miedo, no quería salir de la cama y ella no entendía que era algo normal”, dice Clara (nombre falso) una madre a Diario Libre.
Para desarrollar el tema, desmontar mitos, y saber que se puede hacer y que no, consultamos con la ginecóloga Lilliam Fondeur (@lilliamfondeur) y la psicóloga Clarissa Guerrero (@lic.clarissaguerrero) y te compartimos algunas herramientas para que vivas mejor el proceso.
Como lo vivas así ella lo vivirá
Cada mujer es distinta y cada cuerpo es distinto, pero, así como el círculo cercano a ella asuma el tema así mismo la niña asumirá la menstruación: “Las niñas o adolescentes van a vivir la menstruación como la viva su entorno. Si a la madre le dolió a ella le va a doler, si la madre la veía como una enfermedad, ella también la va a ver como una enfermedad, o como las mujeres que forman parte de su entorno familiar lo hagan”, afirma Lilliam Fondear.
Según explica la especialista en salud mental, Clarissa Guerrero es importante no hablar del tema con dolor ni con la idea de que es algo malo: “Es importante no comentarle inferencias personales, como el dolor intenso que en algunos casos se relaciona al período o un rechazo e incomodidad al mismo. Si bien es cierto que la niña misma puede referirlo y no negaremos esta expresión es importante que no salga de nosotros como adultos y puedan ellas tener su propia experiencia en el proceso”.
Cuando suceda, ahí es
Lilliam Fondeur asegura que desde que la niña inicia a crecer comienza a asumir cosas. En este punto cuando observa a su entorno con rutinas propias de la llegada de menstruación ella también va aprendiendo con ejemplos. “Las niñas ven cuando esconden las toallas sanitarias, cuando van al baño, ven las expresiones que tienen los adultos y todo eso se asume”.
Guerreo plantea que es importancia tener una conversación constante y desde que son pequeñas hablarles de su cuerpo, las partes privadas, sus nombres adecuados, las características que poseen, los cambios que pueden experimentar, etc.
Además, es necesario darles el seguimiento a las niñas y ver cómo cambia su cuerpo. Ya que primero crecen las tetillas y sale el vello púbico, y después llega la menstruación. “Entonces cuando inician los cambios físicos, es tiempo de hablarles y comentarle que en cualquier momento le puede llegar la menstruación, que eso no es nada malo, que eso no es una amenaza de nada…”
Hablar de menstruación no es promover la sexualidad
La psicoterapeuta entiende que la menstruación o los temas propios del desarrollo de la niña deben conversarse de forma continua, porque también se debe tomar en cuenta los cambios fisiológicos en el cuerpo (proporción, densidad, vellosidad, olores, etc) para que la niña o adolescente pueda abrazar estos cambios con naturalidad.
Sin embargo, afirma que de manera mandatoría, a los 9 años, ya deben los padres abrir esta conversación más puntual. “Es importante que en general los padres vayan monitoreando el desarrollo de sus hijos y ante cualquier señal de desarrollo prematuro puedan prepararles con anterioridad”.
“Igualmente, una visita ginecológica en la que una doctora o doctor pueda explicar a los hijos este proceso y responder preguntas es sumamente valioso. Pocos padres saben que los ginecólogos cuentan con este tipo de citas y realmente es muy rico y reasegurador para empoderar con información veraz e imparcial”, sugiere Clarissa.
Es necesario que cuando llegue la primera menstruación ya la niña entiendan que esto le pasará y los cambios fisiológicos y emocionales que le van a ir ocurriendo. “Prepararles para ese momento en que puedan ver un manchado en el panti y cómo cuidarse e higienizarse. Practicarlo incluso en casa, responder todas sus preguntas e incluso leer un libro juntas para que puedan ir discutiendo estos temas”, afirma la psicóloga.
¿Qué debe tener claro la niña antes de su primer periodo?
Las palabras que una madre o un padre digan no van a funcionar, si no concuerdan con sus acciones. Si la mama vive la menstruación como una enfermedad, la hija lo va a vivir igual. Pero en teoría a las niñas se les debe orientar de lo siguiente:
- La sangre menstrual es sana: no es sucia, y se produce cuando no se logra un embarazo.
- La llegada de la menstruación no tiene que ser dolorosa.
- Abran cambios hormonales que estarán ahí y harán que el cuerpo este inflamado.
- Al inicio será irregular, no la vera todos los meses.
Lilliam Fondear comparte algunas recomendaciones:
Debe llevar el control: tener las fechas de la llegada de la menstruación todos los meses y cuanto le dura. Pero sobre todo el día en que le llega para determinar si será regular o no.
No tiene que limitarse: no hay ninguna limitación por el hecho de tener la menstruación. Una mujer con la regla puede hacer todo lo que haría cuando no la tiene: comer todo, hacer todos los ejercicios, inclusive en el agua.
La menstruación es lo más natural y fisiológico: Todos los mamíferos hembras menstruáramos y es una bendición hacerlo.
Si te ensucias no pasa nada: si un día se le pasa a la ropa, no pasa nada, es normal y está bien.
Debe hacer ejercicios: es importante que la niña haga ejercicio. A menudo las niñas que no hacen ninguna actividad física experimentan más dolor cuando les llega el periodo.
“La menstruación es muy poderosa. Pero es la única sangre que no es producto de una guerra y sin embargo tenemos un concepto totalmente negativo”, Lilliam Fondeur.
¿Y luego que le llega la regla qué?
Luego de que la niña pasa al siguiente nivel en su proceso de desarrollo algunas cosas deben cambiar. La psicóloga explica que es importante que se desmitifique como que es "algo malo" o que ya hay que sobre proteger a la niña/joven porque es capaz de concebir.
“Sobre todo los padres que tienen hembras suelen ser más distantes en términos afectivos cuando entran en esta etapa de cambios y esto puede confundirlas y generar inseguridades. Es valioso que los padres sigan siendo afectivos con sus hijas, aunque respeten los límites de su cuerpo y además les ayuden a generar confianza en esta etapa de cambios”, manifiesta Guerrero.
¡Apóyala! Es un momento importante
La especialista en salud mental, afirma que para las jóvenes la menarquia o 1ra menstruación es un hito en sus vidas. Y para ellas es vital que ocurra en un lapso de tiempo en conjunto con el resto de sus compañeras, esto las hace sentir que van a un ritmo adecuado, que pertenecen y son entendidas. “Es muy importante para las jóvenes no sentir que están adelantadas o atrasadas en este sentido ya que esto les provoca una sensación de soledad que incluso puede llegar a afectar su vida social”.
Mitos según Clarissa Guerrero
- Si este tema se habla abiertamente en casa estamos promoviendo la sexualidad, cuando lo que hacemos realmente es acompañar un proceso regular del desarrollo.
- Luego de la menarquia no se puede crecer o rebajar.
- La menstruación siempre es dolorosa.
- Las jóvenes que se desarrollan a temprana edad poseen mayor deseo sexual.