Multitasking: cuál es el costo real
Hacer muchas tareas al unísono reduce la productividad y la salud
Muchas personas ahora están acostumbradas al término multitasking. Esto implica hacer varias tareas al unísono, algo que parece haber aumentado con la llegada de la pandemia y el home office. Sin embargo, no siempre es beneficioso.
Saltar de una tarea a otra implica invariablemente un esfuerzo para nuestra mente que, a la larga, se acumula acaba reduciendo la productividad y aumentando el riesgo de errores. Saltar de una tarea a otra implica invariablemente un esfuerzo para nuestra mente que, a la larga, se acumula y acaba reduciendo la productividad y aumentando el riesgo de errores.
¿Qué llamamos comportamiento multitasking? Tan solo realizar dos tareas al mismo tiempo. También cambiar de una tarea a otra sin terminar la primera para retomarla más tarde. Aplica también a la realización de dos o más tareas en rápida sucesión.
Cuando se transita entre tareas, el cerebro también transita entre las etapas de cambios de objetivos y activación de patrones. El tiempo y energía que se invierte en ese cambio es clave para explicar el impacto negativo de intentar realizar varias tareas a la vez. Según explican los expertos, a menudo a ese tiempo de ajuste hay que sumarle otro lapso necesario para recordar en qué punto hay que retomar la tarea anterior y para decidir en qué momento y a qué tarea cambiar. Los investigadores también han observado que, a medida que la complejidad de las tareas aumenta, también lo hace la cantidad de tiempo invertida.
Cómo afecta a tu cerebro: diferentes investigaciones los procesos cognitivos han determinado que el cerebro no está diseñado para actividades multitarea de alta intensidad. El proceso de cambio de actividad afecta a diferentes zonas del cerebro como la corteza prefrontal, involucrada en el cambio y el enfoque de la atención; el lóbulo parietal posterior activa reglas para cada nueva tarea y la corteza premotora.
Además, el cerebro aumenta los niveles de dopamina, de igual manera que ocurre con algunas adicciones y se "premia" a sí mismo por encontrar distracciones, lo que hace crecer la inclinación de nuestra propia mente para la búsqueda de distracciones.
¿Cómo evitarlo? La solución, aunque sencilla, requiere de complejidad y constancia. Hay que renunciar a hacer varias cosas a la vez y segmentar la jornada para realizar cada actividad por separado. Aunque un importante porcentaje de las distracciones vienen con las nuevas tecnologías y las redes sociales, la misma tecnología también puede jugar en nuestro favor. Softwares de avisos, organizadores, agendas y alarmas pueden ayudarnos a llevar el día de forma más eficiente.