¡No te dejes tomar el pelo! Hoy es Día de los Santos Inocentes
Durante este día las personas aprovechan para gastar bromas (algunas inocentes, otras pesadas) a familiares, parejas y amigos
¡Advertencia! Pon en duda todo lo que te digan hoy. Como cada 28 de diciembre, este martes se celebra el Día de los Santos Inocentes, una fecha en la que las personas aprovechan para gastar bromas (algunas inocentes, otras pesadas) a familiares, parejas y amigos. Pero, ¿de dónde surge esta celebración?
El origen de la tradición se encuentra en el cristianismo, específicamente en un episodio que más allá de ser motivo de risas, fue de lo más cruel: la decisión tomada por Herodes I el Grande de matar a todos los niños menores de dos años que habían nacido en Belén, Judea, con el propósito de deshacerse de Jesús de Nazaret.
El nombre, “Santos Inocentes”, se atribuye al hecho de que, con tan solo dos años, los niños a los que quitaban la vida no habían cometido ningún pecado aún. Con el tiempo, los monaguillos se encargaron de ir dando otro sentido a la celebración, gastando bromas en este día, una tradición que ha trascendido hasta nuestros tiempos.
Bromas más comunes
Tradicionalmente, en estas fechas se empleaban bromas como cambiar las horas del reloj, intercambiar el azúcar por la sal, pegar una moneda al piso o pedir dinero prestado y nunca devolverlo para luego pronunciar la tradicional frase: "Inocente palomita que te dejaste engañar, pues en este Día de los Inocentes nada se debe de prestar".
Sin embargo, con el auge de las redes sociales, las bromas han ido evolucionado hasta tornarse menos inofensivas. Una falsa declaración de amor a un amigo de la infancia, hacerle creer a la pareja que esperan un bebé hasta fingir un accidente de tránsito son algunas de las bromas pesadas a las que las personas recurren en esta fecha.
Aunque muchos medios impresos y digitales publican hoy noticias falsas a modo de tomar el pelo a sus lectores, DIARIO LIBRE no se suma a la celebración del Día de los Santos Inocentes. Esto, a fin de no propiciar el peligroso círculo de desinformación que provocan las ‘fake news’.