Sujetos y verbos enlazados
En una expresión correcta, tanto al hablar como al escribir, intervienen, por supuesto, la ortografía o el dominio de la cantidad y la calidad del vocabulario. A estos elementos esenciales se le suma uno tan importante como ellos: una estructura gramatical correcta. Para lograrla debemos, entre otras cosas, fijarnos bien en la concordancia. Gracias a ella los elementos que forman la frase se vinculan entre sí. Por ejemplo, gracias a la concordancia verbal se relacionan sujeto y verbo; la concordancia exige que sujeto y verbo coincidan en persona y número.
Cuando de concordancia verbal se trata hay dos estructuras que generan muchas dudas y por las que me preguntan muy a menudo. Analicemos una de ellas: Yo soy de los que creen que hay que cuidar la ortografía; Tú eres de los que piensan que hay que leer más. En ambas oraciones los pronombres (yo y tú) son los sujetos del verbo ser y concuerdan con él en número (singular) y en persona (primera o segunda, respectivamente). En cambio, el sujeto de las oraciones de relativo los que piensan y los que creen es plural y tercera persona y exige que el verbo sea conjugado en tercera persona del plural: creen y piensan.
Una estructura similar es la que encontramos en estas frases: Yo soy la que organiza la agenda o Tú eres el que plantea problemas. De nuevo en estos ejemplos yo y tú son los sujetos del verbo ser y deben concordar con él. En cambio, en las oraciones de relativo la que organiza y el que plantea problemas el sujeto es una tercera persona del singular y así concuerda con los verbos organiza y plantea.
En estas estructuras en las que hoy nos fijamos hay dos sujetos y cada uno de ellos concuerda con su correspondiente verbo. Así funciona la concordancia, un mecanismo gramatical que nos ayuda a construir oraciones correctas.