Diptongos y tildes
Uno de los criterios ortográficos que han generado más controversia de la Ortografía académica de 2010 ha sido la supresión de la tilde de, por poner un par de ejemplos, guion o truhan. Este criterio no era nuevo; ya la Ortografía académica de 1999 lo estableció explícitamente. Para analizarlo con detenimiento debemos empezar por saber qué es un diptongo: una secuencia de dos vocales dentro de una misma sílaba (-ie- en cie-lo o -ua- en cuaba).
Las combinaciones de vocal abierta (/a/, /e/, /o/) con vocal cerrada átona (/i/, /u/) o de dos vocales cerradas distintas (/i/, /u/) daban su particular jíbriga. Resulta que, a lo largo y ancho de nuestra inmensa lengua, los hablantes vacilan a la hora de pronunciar estos diptongos; unos los pronuncian como diptongos (guion, truhan) y otros como hiato (gui-ón, tru-hán).
El cocorícamo ortográfico surge aquí. Si las pronunciamos como diptongos, son palabras monosílabas y, según la regla ortográfica general, no llevan tilde: guion, truhan. En cambio, si las pronunciamos como hiato, es decir, separamos las vocales en dos sílabas distintas, son palabras bisílabas y, según la regla ortográfica general, llevan tilde por ser palabras agudas terminadas en vocal: guión, truhán.
La Ortografía académica estableció que estas secuencias de vocales (/a/, /e/, /o/ + /i/, /u/; /i/, /u/ + (/a/, /e/, /o/; /i/ + /u/; /u/ + /i/) siempre se consideraban diptongos a efectos ortográficos, con independencia de que los hablantes concretos las pronunciaran en la misma sílaba o en sílaba distinta. La Ortografía de 1999 lo dejaba a la elección del hablante; la Ortografía vigente establece que esta regla debe aplicarse sin excepciones.
En la próxima Eñe les prometo un repaso por el pequeño grupo de palabras que se han visto afectadas por esta norma. Estar al día evitará que se nos vea el refajo ortográfico.