De la eñe a la zeta
Escribió una vez en 1906 nuestro Max Henríquez Ureña que «nada hay que predisponga tanto a favor de un buen libro como una primorosa edición». Perdonen la inmodestia, pero mi último libro, De la eñe a la zeta, ha quedado precioso, más allá de su contenido, y queremos celebrarlo y compartirlo con los lectores. Como el conocimiento y el buen uso del español suelen despertar interés, e incluso pasiones, se nos ha ocurrido que, para presentar el libro, no hay nada mejor que dejar por una vez, y sin que sirva de precedente, la escritura y darle protagonismo a la palabra hablada.
La familia Logomarca nos acogerá en su sede de la avenida Rómulo Betancourt el jueves 5 de septiembre a las 6 de la tarde para la presentación de De la eñe a la zeta. Y lo vamos a hacer en forma de charla informal a la que hemos puesto el siguiente subtítulo: «Venga con su duda ortográfica y llévesela resuelta». Una excusa como otra cualquiera para que esta servidora conozca a sus lectores y les devuelva aunque sea un chin del aprecio que siempre le demuestran.
El estudio de la lengua española y su defensa forman parte esencial de mi trabajo en la Academia, donde, como miembro de número, tengo asignada la letra zeta. La divulgación del conocimiento y buen uso del español, en la medida de mi formación y mi capacidad, son para mí un deber de agradecimiento a mi lengua materna y a los que la han hablado antes que yo. En lengua española, de la que soy una apasionada como filóloga y lexicógrafa, mi tarea va, sin duda, De la eñe a la zeta.