Trasplante de barba: entre la moda, la inseguridad y el riesgo
Más allá de una simple moda, se trata de un rostro que no se puede ocultar

Con el pasar del tiempo, la barba se ha convertido para muchos hombres en un símbolo de virilidad y estilo, lo que ha impulsado una alta demanda de trasplantes faciales de vello.
Sin embargo, detrás del anhelo por un rostro más masculino, se esconde un mercado que opera en su mayoría sin regulación y con riesgos alarmantes.
Aunque originalmente se ha popularizado como una tendencia estética influenciada por estereotipos de belleza y presiones sociales, medios como The Guardian han recordado que esta cirugía fue concebida en un principio para ayudar a pacientes con traumas faciales.
Vikram Arora, un británico de 47 años que desde joven padeció inseguridades por su barba rala o irregular. Tras varios años de dudas, en el 2023 decidió someterse a un trasplante en la Harley Street Hair Clinic de Londres, por un costo de más de 5,000 libras.
Ese procedimiento, consiste en extraer unidades foliculares del cuero cabelludo e injertarlas en el rostro.
De acuerdo con datos de The Guardian. Nadeem Khan, su director explica que tras la pandemia su demanda se ha triplicado y que el 90 % de los trasplantes de barba actuales tienen fines estéticos.
La cara oscura
El llamado "turismo capilar", en países como Turquía, ha revelado la cara más oscura del negocio. Clínicas no reguladas, técnicos sin formación y operaciones masificadas han provocado desde resultados insatisfactorios hasta graves daños físicos y psicológicos.
Las consecuencias más dramáticas de estas intervenciones mal ejecutadas quedaron expuestas con el caso de Mathieu Vigier Latour, un estudiante francés que se suicidó tras someterse a una cirugía fallida en Estambul. Según declaró su padre, el joven sufrió quemaduras, insomnio y trastornos de salud mental luego de ser operado por un supuesto médico que, en realidad, era un agente inmobiliario.
Día Mundial de la Barba: celebra este rasgo humano, símbolo de la masculinidad
Los trasplantes de barba exigen mayor precisión y experiencia, debido a la sensibilidad de la zona facial y las diferencias entre el cabello del cráneo y el vello facial. "Con el cabello puedes cubrirlo con un gorro. Con la barba, no hay escapatoria", advirtió Spencer Stevenson, mentor para hombres calvos, en declaraciones recogidas por The Guardian.
La doctora Özlem Biçer, cirujana turca con más de dos décadas en el campo, alertó sobre el crecimiento de un mercado negro global. "Solo un paciente al día, solo manos entrenadas", explicó, reafirmando que la seguridad debe primar sobre la demanda. Según dijo a The Guardian, ha aprendido a rechazar intervenciones cuando identifica motivaciones emocionales profundas en sus pacientes.
Franck Fontaine, relató cómo una barba le devolvió la confianza. Pero el propio Arora, protagonista del reportaje, reconoció que su inseguridad lo empujó a una cirugía costosa. "Invertí en sentirme bien", afirma, aunque admite que a su esposa "le da igual".
En redes como Reddit proliferan las dudas, temores y arrepentimientos de quienes han pasado por el quirófano o lo consideran. Algunos buscan revertir los trasplantes, aunque esto implique cicatrices. "Ya no me reconozco. Siempre fui feliz afeitado. Solo fui codicioso", escribió un usuario en uno de los foros citados por The Guardian.
Las cuatro cirugías estéticas más realizadas por los hombres
El dilema de la estética
Más allá de una simple moda, se trata de un rostro que no se puede ocultar. Por eso, los especialistas insisten en la importancia de reflexionar sobre las motivaciones personales antes de pasar por el bisturí, y no solo en verificar la experiencia del cirujano.
Aunque las barbas sigan marcando tendencia, este fenómeno abre un dilema actual: ¿realmente la estética justifica la cirugía?