Cómo solucionar los problemas cutáneos más comunes
Piel irritada, con textura, granos o falta de luminosidad son algunos de los problemas cutáneos más comunes. Una experta en antienvejecimiento revela las claves para decirles adiós y lucir una piel radiante

El cuidado de la piel debe adaptarse según las necesidades de cada persona. Por eso es importante incorporar productos que se adapten a cada tipo de piel es clave para evitar problemas. Estos son los problemas de la piel que más quebraderos de cabeza suelen dar, analizados por la médico-estético, Sandra Hermida.
1. Pieles con acné

Si hay un problema cutáneo que ha atormentado a generaciones enteras es el acné.
Más allá de la edad, los brotes pueden aparecer en cualquier momento debido a factores que pueden tener origen hormonal o bien ir ligados a factores como el estrés, la contaminación, la alimentación o el uso de productos incorrectos sobre la piel.
"El acné es causado por una combinación de exceso de sebo, obstrucción de poros y bacterias, y suele aparecer en la adolescencia, pero también puede afectar a adultos, dejando marcas o cicatrices", explica Sandra Hermida, médico-estético y portavoz de la firma Druni, que también detalla algunos pasos clave para su eliminación.
"Lo primero es tener una rutina de limpieza adecuada con productos suaves. Para tratar el acné, se recomienda usar ácido salicílico o retinoides, que ayudan a desobstruir los poros y reducir la inflamación. En casos severos, los dermatólogos pueden recetar antibióticos tópicos u orales", detalla la doctora.
2. Dermatitis y eccema

Cuando la piel es propensa a la irritación, picazón y rojeces, es probable que desarrolle dermatitis o eccema, que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, desde el rostro hasta las manos o piernas.
"Estos problemas cutáneos suelen estar relacionados con piel seca o sensibilidad, apareciendo como parches rojos y escamosos por alergias, contacto con irritantes o incluso estrés", explica Hermida, para quien la hidratación se convierte en un paso clave a la hora de tratar estos problemas.
"Lo fundamental es hidratar la piel con productos sin fragancias ni alcohol. Para tratar la dermatitis y el eccema es importante usar cremas con activos calmantes, como la avena coloidal o la niacinamida, y en casos más severos, aplicar corticoides tópicos, además de evitar jabones agresivos y duchas con agua muy caliente", añade la experta.
Hermida destaca ´Atoderm Intensive Cuidado Pieles Atópicas´ de Bioderma, un bálsamo emoliente que calma y reduce la irritación de las pieles muy secas y atópicas, restaurando su confort natural y aliviando el picor y la irritación, reconstruyendo de manera biológica una barrera cutánea.
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3. Rosácea y enrojecimiento de la piel

La rosácea es común cuando la piel se pone roja con facilidad, especialmente en mejillas y nariz, además de poseer pequeñas venitas visibles. "Se caracteriza por enrojecimiento crónico en la cara y puede ser desencadenada por calor, alimentos picantes, alcohol o cambios de temperatura", comenta la doctora.
Aunque no tiene cura, sí existen formas de mantenerla a raya. "Las cremas con activos calmantes, como metronidazol o azeloglicina, pueden ayudar a reducir la inflamación. Además, es fundamental usar protección solar a diario y evitar los factores que la desencadenan", recomienda Hermida.
Uno de los productos más viralizados en redes sociales para combatir este mal cutáneo tan presente es el bálsamo iluminador corrector de rojeces ´CC Red Correct´ formulado por la firma coreana Herborian.
Este se adapta al tono de cada piel corrigiendo el color y aporta luminosidad e hidratación uniendo los beneficios de cuidado facial y maquillaje.
4. Psoriasis: cuando la piel se regenera demasiado rápido

Zonas con placas rojas y escamosas, especialmente en codos, rodillas o el cuero cabelludo son algunos síntomas de la psoriasis, una afección crónica que, aunque no es contagiosa, sí puede ser molesta y difícil de tratar.
"La psoriasis es una enfermedad autoinmune en la que la piel se regenera demasiado rápido, formando placas gruesas y escamosas", explica Sandra Hermida sobre un problema cutáneo que puede controlarse con cuidados específicos para la zona que van desde tratamientos especializados a mantenimiento en casa.
"No tiene cura, pero puede controlarse con cremas hidratantes específicas, fototerapia UVB y medicamentos inmunosupresores en casos graves. También se recomienda evitar el estrés y llevar una dieta antiinflamatoria para reducir los brotes", detalla la experta.