Lavarse el rostro: agua fría, tibia o caliente
Mira las diferencias entre hacerlo de una u otra manera
A la hora de lavarte el rostro, no es lo mismo si lo haces con agua fría, tibia o agua caliente. Dependiendo que tipo de temperatura apliques, tendrá diferentes resultados. Aquí listamos las diferencias.
Agua fría, lo más recomendado: es lo mismo que sucede con el cabello. En todo caso, es una buena opción hacerlo con agua tibia y terminar con agua fría.
En contraposición, lo ideal sería evitar el agua caliente o muy caliente, incluso cuando hace mucho frío. El agua tibia, pero principalmente el agua fría estimulará la circulación y relajará la musculatura del rostro.
El agua fría es lo más recomendado a la hora de las rutinas de limpieza facial: previene el acné, promueve la eliminación de las toxinas, reduce la inflamación y ayuda a dar un efecto reafirmante.
¿Cuándo usar agua caliente? El mejor momento para usarla es a la hora de quitarse el maquillaje, porque el agua fría lo endurece. También para realizar algún tipo de limpieza facial puntual como la eliminación de puntos negros. También es bueno usarla previo a afeitarse, porque permite dilatar los poros obstruidos. En ambas opciones, lo mejor es el vapor de agua antes que la aplicación directa.