Andrea, un relato popular llevado a la pantalla grande
El elenco lo encabeza una adolescente de buen desempeño
Santo Domingo. El miedo a la oscuridad es un sentimiento primario que la especie humana necesitó para su sobrevivencia. Por ello, la tradición cultural ha mantenido una línea de relatos de hondas raíces, ya sean orales, escritos o fílmicos. Lo tenebroso ligado a lo sobrenatural es una combinación que toca fibras altamente sensibles y que el entretenimiento masivo y especialmente el cine han sabido explotar muy bien. El cine fantástico de terror se ha desarrollado a partir de la literatura preferentemente, pero también de las tradiciones de distintos pueblos.
"Andrea, la venganza de un espíritu" es una película de bajo presupuesto que incursiona en el género de terror, a partir de un relato popular que cabría en lo que se entiende por folclore. Ello por cuanto se trata de una historia no oficial, que proviene de los márgenes de la cultura, de la leyenda campesina concretamente. En toda familia con vínculos en el campo existe un pariente mayor, tío o abuelo, que se encarga de transmitir la tradición a través de cuentos donde lo sobrenatural está en primer plano; el miedo es también un mecanismo de control que se utiliza para mantener los límites y es altamente eficaz en niños y jóvenes. Este filme se nutre de aquellas fuentes para, en la oscuridad de la sala de cine, recordarnos que hay un mundo paralelo que convive con la verdad oficial.
Es un filme de realización discreta, que tiene el mérito de narrar casi dos horas en forma dinámica, pese a una puesta en escena más teatral que cinematográfica y con diálogos a veces poco afortunados. Logra por medio del montaje una progresión del relato adecuada y se consigue mantener la atención del espectador con una mezcla de efectos especiales simples pero eficaces y escenas de acción donde se nota el mayor oficio del director.
Otro aspecto destacable es que el filme llegó a las pantallas dominicanas precedido de una sólida campaña de publicidad, cuestión vital en cualquier producción que va a la búsqueda de un público masivo. Más aun si se considera que el género de terror produce de entrada un natural rechazo en parte del público potencial.
Ahora bien, el mayor aporte de esta película está en poner en primer plano la existencia de un sistema de creencias que cohabita con la religión oficial, mundo que comparte una gran cantidad de la población dominicana. De allí su éxito, ya que apela a un espectador que se no sólo se reconoce en la pantalla, sino que llega a dialogar con ésta a todo lo largo del filme. Porque en definitiva, más allá de la anécdota de la niña que roba una cruz para la tumba de su madre, se trata de un enfrentamiento entre brujos, si se quiere entre la magia blanca y la magia negra. Esta dimensión social y cultural del relato viene a dar continuidad a lo que en anteriores reseñas hemos denominado ¨neo criollismo¨ , viga maestra de la reciente hornada de películas dominicanas.
Recomendable para constatar la existencia de un país real cargado de supersticiones y en permanente conflicto con el país ideal. Ahora, como dice el refrán: "Yo no creo en brujos caray, pero de haberlos, los hay".
Andrea
Director: Rogert Bencosme
Productores: Rogert Bencosme, Franklin Vásquez, Alberto Núñez, Frankeli Bencosme
Fotografía: Franklin Vásquez
Efectos especiales y Maquillaje: Frankeli Bencosme
Sonido: Richie Joullette
Música: Bertico Sosa
Guión: Rogert Bencosme
Elenco: Henssys Pichardo, Anny Ferreiras, Miguel Ángel Martínez, Elvira Grullón, Johanny Sosa, Belkis Pineda, Anthony y Farrah Ferreira y Ubaldo Sandoval
"Andrea, la venganza de un espíritu" es una película de bajo presupuesto que incursiona en el género de terror, a partir de un relato popular que cabría en lo que se entiende por folclore. Ello por cuanto se trata de una historia no oficial, que proviene de los márgenes de la cultura, de la leyenda campesina concretamente. En toda familia con vínculos en el campo existe un pariente mayor, tío o abuelo, que se encarga de transmitir la tradición a través de cuentos donde lo sobrenatural está en primer plano; el miedo es también un mecanismo de control que se utiliza para mantener los límites y es altamente eficaz en niños y jóvenes. Este filme se nutre de aquellas fuentes para, en la oscuridad de la sala de cine, recordarnos que hay un mundo paralelo que convive con la verdad oficial.
Es un filme de realización discreta, que tiene el mérito de narrar casi dos horas en forma dinámica, pese a una puesta en escena más teatral que cinematográfica y con diálogos a veces poco afortunados. Logra por medio del montaje una progresión del relato adecuada y se consigue mantener la atención del espectador con una mezcla de efectos especiales simples pero eficaces y escenas de acción donde se nota el mayor oficio del director.
Otro aspecto destacable es que el filme llegó a las pantallas dominicanas precedido de una sólida campaña de publicidad, cuestión vital en cualquier producción que va a la búsqueda de un público masivo. Más aun si se considera que el género de terror produce de entrada un natural rechazo en parte del público potencial.
Ahora bien, el mayor aporte de esta película está en poner en primer plano la existencia de un sistema de creencias que cohabita con la religión oficial, mundo que comparte una gran cantidad de la población dominicana. De allí su éxito, ya que apela a un espectador que se no sólo se reconoce en la pantalla, sino que llega a dialogar con ésta a todo lo largo del filme. Porque en definitiva, más allá de la anécdota de la niña que roba una cruz para la tumba de su madre, se trata de un enfrentamiento entre brujos, si se quiere entre la magia blanca y la magia negra. Esta dimensión social y cultural del relato viene a dar continuidad a lo que en anteriores reseñas hemos denominado ¨neo criollismo¨ , viga maestra de la reciente hornada de películas dominicanas.
Recomendable para constatar la existencia de un país real cargado de supersticiones y en permanente conflicto con el país ideal. Ahora, como dice el refrán: "Yo no creo en brujos caray, pero de haberlos, los hay".
Andrea
Director: Rogert Bencosme
Productores: Rogert Bencosme, Franklin Vásquez, Alberto Núñez, Frankeli Bencosme
Fotografía: Franklin Vásquez
Efectos especiales y Maquillaje: Frankeli Bencosme
Sonido: Richie Joullette
Música: Bertico Sosa
Guión: Rogert Bencosme
Elenco: Henssys Pichardo, Anny Ferreiras, Miguel Ángel Martínez, Elvira Grullón, Johanny Sosa, Belkis Pineda, Anthony y Farrah Ferreira y Ubaldo Sandoval