Quinta ruptura: los altibajos de las relaciones diplomáticas entre República Dominicana y Venezuela
A lo largo del tiempo estos intercambios se han sido el reflejo de la volatilidad política y los cambios de poder
Durante casi ocho décadas, la República Dominicana y Venezuela han mantenido relaciones diplomáticas cargadas de altas y bajas, detonadas por distintos sucesos o coyunturas políticas.
Los aportes de cada nación han sido mutuos. Mientras el país suramericano en la década de los 80 llegó a recibir a más de 21,000 dominicanos y fue en el siglo XIX el hogar del patricio Juan Pablo Duarte por casi 32 años, la República Dominicana desde el 2010 ha recibido a más de 121,000 venezolanos.
Por quinta ocasión, los estados rompen sus vínculos diplomáticos (esta vez por decisión del Gobierno venezolano). Sin embargo, a lo largo del tiempo, estos intercambios han sido un reflejo de la volatilidad política y los cambios de poder que se han desarrollado en ambos países.
Primer acercamiento y conflictos iniciales (1945-1965)
Las relaciones diplomáticas domínico-venezolanas comenzaron oficialmente en 1945, pero no duraron mucho ya que en ese mismo año se ejecutó un golpe de Estado contra el gobierno del presidente Isaías Medina Angarita y se perdió el reconocimiento de los acuerdos consulares previos.
Es en 1949, bajo la dictadura de Carlos Delgado Chalbaud, se restableció la representación bilateral, mostrando los primeros signos de una relación intermitente.
Las tensiones se intensificaron cuando en 1960 el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo apoyó un atentado fallido contra el presidente venezolano de ese momento, Rómulo Betancourt, porque ese gobierno buscaba aplicar la Doctrina Betancourt, un designio de política exterior que establecía la ruptura de relaciones diplomáticas con gobiernos de dictatoriales.
Este evento llevó a la denuncia de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y a la ruptura temporal de las relaciones diplomáticas.
En 1962, se restablecieron las relaciones, solo para ser nuevamente suspendidas en 1963 debido a otro golpe de Estado en la República Dominicana, contra el profesor Juan Bosch. Finalmente, en 1965, se restablecieron las relaciones una vez más.
Período de estabilidad y migración de dominicanos (1966-1990)
Durante el gobierno de Joaquín Balaguer (de 1966 a 1978), las relaciones bilaterales se mantuvieron relativamente estables, aunque no exentas de tensiones.
En la década de 1980, un aumento significativo en la migración dominicana hacia Venezuela marcó una nueva fase en esta dinámica, ya que los dominicanos acudían a esa nación en busca de mejores oportunidades económicas en medio de la inestabilidad política en su país.
En la década de 1990, las relaciones bilaterales se fortalecieron con acuerdos de cooperación en áreas como el comercio, la cultura y la energía.
En 1998, el entonces candidato Hugo Chávez visitó la República Dominicana, marcando el inicio de una relación más cercana entre ambos países. Solo otro país lo recibió: Cuba.
El siglo XXI se divide entre tensiones y acuerdos
El año 2000 llega con un hito significativo para estos países, debido a la firma del Acuerdo Energético de Caracas, en el que Venezuela se comprometió a vender petróleo en condiciones preferenciales a la República Dominicana y otros países.
En 2001, Hugo Chávez, ya como presidente, visitó la República Dominicana, consolidando la relación con un memorable juego de softball entre militares de ambos países, pero la estabilidad fue momentánea, ya que al siguiente año las relaciones se tensaron nuevamente.
Un año posterior al fallido golpe de Estado a Chávez (el 11 de abril de 2002), fueron identificados dos de los involucrados de ese evento. Estos tenían asilo en la República Dominicana, por lo que el mandatario venezolano pidió su extradición; no obstante, esa solicitud no progresó.
En el Estado caribeño también residía el expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez, quien fue derrocado en 1992 por un golpe de Estado en el que había participado Hugo Chávez. Estas razones llevaron a Chávez a pensar que su intento de asesinato se había orquestado en tierras quisqueyanas.
Las tensiones devinieron en la suspensión de las exportaciones de petróleo al país, el retiro de embajadores y el quiebre de las relacione. Carlos Andrés Pérez se fue voluntariamente a vivir a Miami, donde moriría.
La firma del acuerdo de Petrocaribe en 2005 marcó otro punto alto en la relación, proporcionando facilidades para que la República Dominicana adquiriera petróleo en condiciones ventajosas. A pesar de esto, en 2008, Venezuela retiró a sus embajadores en respuesta a una controversia sobre la entrega de ayuda humanitaria financiada por Venezuela sin su autorización.
La crisis política y económica en Venezuela en la década de 2010 provocó una ola migratoria hacia la República Dominicana, aumentando las tensiones bilaterales.
En 2018, el país antillano votó a favor de una resolución de la OEA que desconocía los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas que dieron como ganador a Nicolás Maduro, lo que llevó a la suspensión de relaciones diplomáticas.
Finalmente, en 2024, tras las críticas del Gobierno dominicano a las elecciones en Venezuela, el gobierno de Nicolás Maduro rompió relaciones diplomáticas con la República Dominicana, alegando injerencia en sus asuntos internos.
Este acto fue parte de una ruptura más amplia con otros seis países, culminando una serie de altibajos en las relaciones diplomáticas que reflejan la complejidad y la volatilidad de la política en ambos países.