Zimbabue lanza una criptomoneda basada en el oro
Con esta nueva criptodivisa, el Banco Central espera frenar la hiperinflación que asola el país
En este país del sur de África, donde la moneda local se ha hundido, ahora será posible pagar con un token digital dorado mediante una tarjeta e-gold o ahorrar con un e-value dorado. Esta posibilidad estará abierta a las empresas a partir del 8 de mayo - a partir de 5 000 dólares invertidos - y más adelante a los particulares por un importe mínimo de diez dólares. Se trata de una propuesta atractiva en un país donde el bitcoin ya es muy popular. Ha sustituido a la moneda nacional, el dólar, como divisa segura, pero difícil de obtener.
El año pasado, cuando la inflación coqueteaba con el 200%, el gobernador del banco central introdujo monedas de oro con la esperanza de frenar la caída del dólar zimbabuense y compensar la falta de dólares estadounidenses. Los más ricos, especialmente los empresarios, compraron estas monedas para proteger el valor de sus activos. La inflación es ahora la mitad, pero sigue siendo un problema real, del 87% según la tasa oficial.
Una moneda para todos
La criptodivisa respaldada por oro es un tipo de extensión a la vez segura y popular. A 1.800 dólares cada una, las monedas lanzadas el pasado julio estaban reservadas a los más ricos. La división más pequeña del nuevo token costará unos seis céntimos. Así que es una moneda para todos que empieza hoy. El lanzamiento de una criptomoneda de oro marca también el regreso del icono bárbaro. Es una de las monedas de reserva más antiguas, utilizada desde la antigüedad en Egipto.
En estos tiempos revueltos, todo el mundo acude en masa al oro. Su precio se sitúa actualmente por encima de los 2.000 dólares la onza, un nivel históricamente alto. Como el oro es mucho más estable que el bitcoin, esta moneda digital parece más segura. Zimbabue se está subiendo a esta ola. Con una gran ventaja: es productor de oro, por lo que no necesita importar oro para crear su nueva moneda.
El fracaso del dólar zimbabuense
Los economistas se muestran escépticos sobre el poder real de esta nueva moneda digital. Les preocupa su convertibilidad con el dólar zimbabuense. Es cierto que el dólar zimbabuense reintroducido en 2019 es un fracaso, una moneda odiada por los ciudadanos y poco creíble. Es rechazada por los comerciantes e incluso en algunas oficinas gubernamentales. Hoy, en el mercado oficial, hacen falta 1.000 unidades del dólar zimbabuense para obtener un dólar estadounidense. En el mercado negro, cuesta el doble.
¿Será esta nueva moneda de alta tecnología que brilla como el oro el nuevo dinero de Zimbabue? Parece dinero, pero no lo es del todo, dada la opacidad que lo rodea, advierten estos expertos. Es más bien una cortina de humo 2.0 que enmascara la vieja y buena imprenta de dinero. Con las elecciones presidenciales previstas para julio, funciona a toda máquina, denuncian los economistas, lo que acentúa un poco más la debacle de la moneda local.
Más de 10 años de inflación
No es seguro que esta nueva moneda digital se gane rápidamente la confianza de los usuarios. El recuerdo de los ahorros que se esfumaron durante la hiperinflación de 2008 y 2009 todavía escuece demasiado para que los zimbabuenses crean fácilmente en el valor de los sustitutos.
Zimbabue lleva más de una década ahogándose en una inflación de dos y a veces tres dígitos. El Presidente Emmerson Mnangagwa prometió convertir su país en una economía de renta media para 2030. Pero desde que llegó al poder, ha sido incapaz de restablecer la confianza en la moneda local. La moneda del Tío Sam sigue siendo la moneda de la economía real de Zimbabue. Por ejemplo, el tabaco se paga actualmente a los agricultores en dólares estadounidenses.