Rusia detecta nuevas manchas de petróleo en las playas de Crimea
El Gobierno crimeo advierte que el futuro avance del vertido por el mar Negro depende totalmente de las corrientes y la fuerza de los vientos
Las autoridades rusas detectaron nuevas manchas de petróleo en las playas de la anexionada península ucraniana de Crimea, vertido provocado por el naufragio a mediados de diciembre de dos petroleros a la entrada del estrecho de Kerch.
El vertido alcanzó este martes las costas del balneario de Evpatoria, uno de los más populares de la península entre los veraneantes, según informaron las autoridades locales.
"Se han encontrado ciertos sectores de la costa de Evpatoria manchados con petróleo. Los servicios comunales estaban preparados y procedieron inmediatamente a recoger la tierra contaminada y liquidar las secuelas del vertido", dijo Alexandr Yúrev, alcalde de esa ciudad del oeste de Crimea, en Telegram.
Además, precisó, los servicios de emergencia también están rescatando a los pájaros afectados por el petróleo para su posterior rehabilitación.
Hasta ahora la mancha negra se había avistado como máximo en el puerto suroccidental de Sebastopol, base de la Flota rusa del mar Negro.
El Gobierno crimeo advierte que el futuro avance del vertido por el mar Negro depende totalmente de las corrientes y la fuerza de los vientos.
Precisamente, las autoridades de Sebastopol hallaron hoy nuevos focos de contaminación, mientras en la playa de Anapa, ya en la costa continental rusa, los voluntarios han recogido cerca de 90,000 toneladas de arena y tierra contaminada.
La autoridades de Crimea decretaron a finales de diciembre el estado de emergencia en dos municipios de la península tras reconocer entonces que la situación era "realmente crítica".
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de "desastre ecológico" el vertido y precisó que cerca del 40 % del petróleo que transportaban los petroleros siniestrados -unas 9.200 toneladas- se derramó en el mar.
Los petroleros 'Volgoneft 212' y 'Volgoneft 239', ambos construidos hace más de 50 años para la navegación fluvial y adaptados posteriormente para travesías marítimas, naufragaron junto al estrecho de Kerch, que une el mar Negro con el de Azov, durante una tormenta.