La justicia de Groenlandia prolonga la detención del defensor de ballenas Paul Watson
Japón solicitó su extradición el 31 de julio ante el Ministerio Justicia danés
La justicia de Groenlandia decidió este jueves mantener la detención del activista ecologista Paul Watson, arrestado en este territorio autónomo danés y cuya extradición reclama Japón por un caso vinculado a su militancia contra la caza de ballenas.
"El tribunal de Groenlandia decidió hoy [jueves] que Paul Watson será mantenido en detención hasta el 5 de septiembre de 2024 para garantizar su presencia en el momento de la decisión sobre la extradición", cuya fecha no fue difundida, anunció la policía en un comunicado.
Japón solicitó su extradición el 31 de julio ante el Ministerio Justicia danés.
El equipo legal de Watson, fundador de la oenegé Sea Shepherd y de la fundación que lleva su nombre en defensa de los océanos, estimaba desproporcionado mantenerlo detenido y reclamaba su puesta en libertad.
La defensa del activista apeló la decisión del tribunal.
A la salida de la corte de Nuuk, justo antes de subir a una camioneta de la policía, Paul Watson dijo a AFP que su mantenimiento en detención aumentaba la presión sobre Japón para que ponga fin a "sus actividades ilegales de caza de ballenas".
"Escandaloso"
Watson, activista de 73 años de nacionalidad canadiense y estadounidense, fue detenido el 21 de julio cuando su barco atracó en Nuuk para repostar y continuar su travesía para "interceptar" a un ballenero japonés en el Pacífico Norte, según la Captain Paul Watson Foundation (CPWF).
El arresto obedecía a una notificación roja emitida por Interpol en 2012 a instancias de Japón, que acusa al activista como corresponsable de daños a un buque ballenero y heridas a un marinero a quien habría lanzado una bomba fétida a la cara.
Otro militante neozelandés, Peter Bethune, fue condenado en 2010 a dos años de cárcel con suspensión de pena por estos hechos.
Para sus abogados, la orden de detención se basa en datos engañosos, y es lo que pretendían demostrar durante la audiencia al mostrar extractos de videos de los hechos en cuestión.
"El tribunal rechazó mirar las pruebas de video de la serie Whales Wars [que seguía las actividades de Sea Shepherd] que mostraban que los japoneses inventaron pruebas", lamentó Lamya Essemlali, presidenta de Sea Shepherd en Francia, país en el que reside Watson desde hace un año.
"Si es enviado a Japón, no saldrá vivo", añadió Lamya Essemlali.
"Disponemos de un video que prueba que el tripulante que, según las autoridades japonesas, resultó herido ni siquiera estaba presente cuando se lanzó la bomba fétida", aseguró la abogada de Watson, Julie Stage.
"Cuestión de venganza"
Para la defensa del activista, "estos videos demuestran que Japón inventa hechos para conseguir la extradición y condena" de su cliente, denunció Stage.
Otro de los abogados, François Zimeray, considera que este caso "es una cuestión de venganza de parte del sistema judicial japonés y de las autoridades japonesas".
Según Zimeray, especialista en derechos humanos, "en Japón existe una presunción de culpabilidad". "Los fiscales están orgullosos de anunciar que tienen una tasa de condena del 99,6%".
Junto a Noruega e Islandia, Japón es uno de los últimos países que autorizan la caza comercial de ballenas.
Watson ha desplegado numerosas operaciones en sus aguas para impedir el trabajo de los balleneros hundiendo o asaltando sus buques o atacándolos con armas acústicas, cañones de agua o bombas fétidas.
El arresto y detención del popular militante ecologista generó una ola de movilizaciones en todo el mundo. Una petición reclamando su liberación ha reunido hasta ahora más de 62,000 firmas.
La presidencia de Francia reclamó a Dinamarca que no proceda a la extradición, pero la primera ministra del país escandinavo, Mette Frederiksen, no se ha pronunciado públicamente sobre el tema.