2035 es el año límite que definieron los países del G7 para eliminar sus centrales de carbón
El objetivo es eliminar progresivamente las centrales eléctricas de carbón "en un plazo coherente, que mantenga el límite de 1.5 °C de aumento de la temperatura"
El grupo de las siete economías industrializadas del mundo (G7), que está reunido en Italia, acordó el martes, 30 de abril, poner fin a su uso del carbón en la generación de electricidad "durante la primera mitad de la década de 2030".
El cierre de las centrales térmicas de carbón para 2035, como compromiso de los países que conforman el Grupo de los Siete, supone un paso importante en la lucha contra las emisiones de dióxido de carbono y es una de las conclusiones del encuentro que empezó el 29 de abril y que termina el 30 de abril en Italia.
La eliminación progresiva de las centrales de carbón se venía discutiendo hace algunos días, pero uno de los países miembros seguía oponiéndose a la iniciativa, según una fuente cercana a las discusiones que desea permanecer en el anonimato, asegura Reuters.
Sin embargo, la declaración incluye una advertencia: el objetivo es eliminar progresivamente las centrales eléctricas de carbón "en un plazo coherente, que mantenga el límite de 1.5 °C de aumento de la temperatura, de acuerdo con las trayectorias netas cero de los países".
Además de eliminar los combustibles fósiles, Roma quiere fomentar el aumento de la capacidad de las baterías y la inversión en redes eléctricas, así como que se incluya la energía nuclear y los biocombustibles en el comunicado final.
El domingo pasado, el ministro italiano de Energía, Gilberto Pichetto Fratin, había declarado que Roma espera convencer a la Comisión Europea de que reconozca que los biocombustibles pueden reducir significativamente las emisiones.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró el año pasado en la COP28 que uno de los principales criterios de éxito de la conferencia sería la eliminación progresiva de los combustibles fósiles.
En cuanto a las redes de transporte y distribución de electricidad para 2030, los ministros de Energía del G7 aseguraron que se necesitan inversiones por 600,000 millones de dólares anuales.
También reconocieron que la reducción de los ingresos energéticos rusos es esencial para apoyar a Ucrania, así que trabajarán en la transición hacia la eliminación de las importaciones de gas ruso.
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