Biólogos del Centro Científico de Mónaco e investigadores de Anamar evaluarán ecosistemas marinos
La visita, este mes de abril, de los expertos del Centro Científico de Mónaco, un referente mundial en los estudios medioambientales, dará lugar a la creación de un instituto de investigación oceanográfica en el país
Biólogos del Centro Científico de Mónaco, visitarán la República Dominicana este mes para trabajar con científicos dominicanos de la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar).
La visita es trascendental, indicaron a Diario Libre conocedores del sector, porque el Centro Científico de Mónaco es un instituto de investigación de excelencia mundial sobre el estudio de la evolución de ecosistemas coralinos y los riesgos que enfrentan como resultado del cambio climático.
También, se indicó, que la visita evidencia los beneficios de la cooperación internacional, en muchos casos gestionada y llevada a fruición por el trabajo tenaz de un grupo de hombres y mujeres del servicio exterior dominicano, cuya misión por el mundo es precisamente identificar oportunidades y sinergias a favor de los intereses y necesidades nacionales.
Según se informó a Diario Libre, la visita de los expertos es el resultado de casi dos años de trabajo entre las autoridades dominicanas y monegascas, facilitados por la embajada dominicana en Francia y la cancillería dominicana.
"Una gran inversión de tiempo, pero que realmente resulta poco si consideramos que sus efectos positivos para el país podrían sentirse por décadas, al impulsar esfuerzos de conservación y restauración de nuestros arrecifes de coral que cada vez cobran más urgencia", se recalcó.
Siembra de coral: sinergias en tecnología y aplicación para restaurar los arrecifes de coral en el Caribe
Los arrecifes de coral de nuestros litorales, como ha reportado ya Diario Libre, se encuentran amenazados por una multiplicidad de factores, incluyendo el cambio climático, la contaminación marina, los efectos de la sobre pesca, la transmisión de enfermedades de coral que han causado eventos de blanqueamiento masivos y, detectado recientemente, el acercamiento de la especie invasora Unomia stolonifera.
Los corales –recordaron los involucrados en la iniciativa- tienen un papel importantísimo que jugar en la conservación de la diversidad de los hábitats marinos y en la protección de nuestras costas, por ejemplo, de inundaciones marinas. De los arrecifes coralinos se desprenden, por tanto, implicaciones ecológicas y económicas, que afectan renglones cruciales para el país como el turismo y nuestra seguridad alimentaria.
Un estudio publicado recientemente por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) indica que más de la mitad de los corales del Caribe han desaparecido desde los años sesenta. Indican, también, que, si el calentamiento global se mantiene en 1,5 °C, hasta un 90 % de los arrecifes de coral podría desaparecer de aquí a 2050 debido a las prolongadas olas de calor en los océanos.
Dos países, unidos por los mares
Mónaco es un micro-Estado con 2 km² de superficie total. A modo de comparación, el parque Mirador Sur de Santo Domingo tiene 6 km de longitud. Con alrededor de 40 mil habitantes, es uno de los lugares más densamente poblados del planeta, y también uno de los más ricos, con un PIB per cápita de $185 mil dólares.
Medida de manera lineal, su costa no alcanza los 4km. Sin embargo, en un acto que demostró visión y deseo de avanzar el conocimiento científico, el Príncipe Rainiero III de Mónaco fundó en 1960 el Centro Científico de Mónaco y lo dotó de fondos para realizar investigaciones de biología marina que pudieran apoyar a países y organismos internacionales dedicados a proteger y conservar la vida marina en todo el mundo.
Como parte de estos esfuerzos, se ha creado el Conservatorio Mundial de Corales, una iniciativa para catalogar y estudiar cada especie coralina, con el fin de facilitar esfuerzos de conservación y restauración, especialmente de las especies en riesgo de extinción.
El rol de la Embajada de Francia
En marzo de 2022, como parte de una visita de trabajo de la embajadora Rosa Hernández de Grullón, la embajada dominicana en Francia realizó una reunión exploratoria con el profesor Patrick Rampal, presidente del Centro Científico, y el biólogo Didier Zoccola, jefe de su departamento de biología marina. De inmediato resultaron evidentes las enormes posibilidades de cooperacion entre los países. La embajada involucró a la máxima instancia competente en la República Dominicana, el Ministerio de Medio Ambiente.
La embajadora Hernández de Grullón pudo adelantar a los funcionarios de Mónaco algunas de las diversas iniciativas encauzadas por las autoridades dominicanas, la declaración de áreas protegidas, la regulación de la pesca, el control de las especies invasoras y de la contaminación, así como esfuerzos de restauración apoyados por fundaciones y grupos no gubernamentales interesados en el tema.
Que dos países, tan lejanos geográficamente, compartieran preocupaciones y un compromiso por el mantenimiento de los arrecifes marinos cautivó la imaginación de la embajadora y su equipo de trabajo, que se abocaron a la organización de una gran celebración de este vínculo, y de su potencial para generar otras vías de cooperación.
El proyecto
El proyecto fue titulado: "República Dominicana y Mónaco, dos países unidos por los mares", y culminó en dos días de exhibición de la gastronomía, folklore y productos distintivos dominicanos, así como una gala que puso en alto a la República Dominicana frente a los representantes de Mónaco, incluyendo a su príncipe, Su Alteza Serenísima Alberto II.
Este importante hito ha dado paso a una nueva fase del proyecto. Con la experiencia del trabajo realizado ya con el Centro Científico, y muy consciente de que el trabajo no termina el día que se toma una foto en una ceremonia de firma, la embajada dominicana en Francia dijo que continuará acompañando en los próximos meses el establecimiento de un programa de trabajo conjunto entre la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar) y el Centro Científico de Mónaco. Esta colaboración agrega a las metas ya trazadas la creación de un instituto de investigación oceanográfica en la República Dominicana y generará nuevas oportunidades de capacitación y de intercambio de experiencias para investigadores de ambas naciones.