Ecologistas y países en desarrollo critican el borrador de 'Balance Global' en la COP28
La principal crítica de los ecologistas y los países más ambiciosos adica en la falta de referencias al fin de los combustibles fósiles
Ecologistas y negociadores critican la "rebaja sustancial" de la ambición climática del último borrador presentado por la presidencia del 'Balance Global' sobre el que los países deberán negociar para llegar, al final de la COP28, a una manera "justa" y "ordenada" de descarbonizar sus economías y atajar la crisis climática.
La principal crítica de los ecologistas y los países más ambiciosos, con voz y voto en la reunión, radica en la falta de referencias al fin de los combustibles fósiles, asunto que ha centrado buena parte de las discusiones climáticas en la cumbre de Dubái.
El borrador solo ha quedado en una llamada a reducir la producción y consumo de estos tipos de energía.
Respecto al anterior borrador, que se publicó el pasado día 8, los ecologistas afearon que esta es una "versión descafeinada", un "menú de opciones" que pasa de plantear un calendario para acabar paulatinamente con los combustibles fósiles a ocuparse solamente de la reducción de las emisiones.
Algunos de los Estados que han sido más exigentes y que han pedido un lenguaje más contundente con referencias explícitas al fin de los combustibles fósiles, como las pequeñas islas -muy amenazadas por el calentamiento global- o países en desarrollo como Colombia, se han mostrado molestos con el nuevo texto.
"Sentimos que nuestras voces no han sido escuchadas", dijeron desde el grupo negociador de los estados insulares en declaraciones a los medios.
Estos afearon que "parece que varias otras partes han disfrutado de un trato preferente, comprometiendo la transparencia y la inclusividad del proceso".
"Nos preocupa enormemente que esta falta de plataforma para expresar nuestros puntos de vista se traduzca en un lenguaje débil" sobre los combustibles fósiles, pues lo que hay ahora en el borrador, dijeron, es "completamente insuficiente", ya que "no se refiere en absoluto a una eliminación progresiva".
"Aquí, quien está ganando es el capital fósil", alegó la ministra de medioambiente de Colombia, Susana Muhamad, quien incidió en que lo que se necesita es acabar gradualmente con los combustibles fósiles para reducir las emisiones en un 43 % para 2030, como indica la ciencia.
Con este nuevo borrador "se cede a los intereses de los grandes países que estaban bloqueando, como Arabia Saudí o como los mismos Estados Unidos", señaló también el coordinador de cambio climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, quien critica que la nueva propuesta de Balance Global "supone una rebaja sustancial del que conocíamos anteriormente".
"Lo peor es que abre la puerta a falsas soluciones", lamentó Andaluz, puesto que se incluyen las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, así como la energía nuclear, soluciones "que creemos no pueden ayudar a enfrentar la emergencia climática", apostilló.
En el texto "se habla mucho de la necesidad de aumentar las tecnologías de reducción de emisiones, como si estuvieran al mismo nivel que las renovables y las mejoras de la eficiencia energética, y sabemos que no es así", recalcó la experta en diplomacia climática y directora de Destination Zero, Catherine Abreu.
"Según la ciencia, la tecnología de reducción desempeñará un papel muy limitado", insistió Abreu, y añadió que además se reintroduce la frase de eliminar los subsidios "ineficaces" a los combustibles fósiles.
El responsable de crisis climática de Greenpeace, Pedro Zorrilla, por su parte, coincidió asimismo en las críticas de los otros ecologistas consultados, y agregó que, respecto al transporte, la solución que propone el nuevo texto son "coches de bajas emisiones en lugar de los de cero emisiones que ya existen y que están totalmente desarrollados".
Ninguno de los analistas, ecologistas y negociadores consultados por EFE creen que el texto pueda salir adelante tal y como está redactado, pues para ser adoptado deberá contar con el apoyo de los más de 190 países representados en la COP28, donde se toman las decisiones por consenso.