Arrecifes como refugio del cambio climático
Lanzan el proyecto Coral Carib en cuatro países de la región para recuperar arrecifes de coral
Enfermedades, acidificación de los océanos, sobrepesca y cambio climático son las principales amenazas de los arrecifes de coral a nivel global.
En el Caribe, los eventos epizoóticos de enfermedades masivas como, por ejemplo, la enfermedad de pérdida de tejido del coral pétreo (SCTLD), las mortandades masivas de erizos de mar y los eventos de blanqueamiento están reduciendo drásticamente la cobertura de coral y la abundancia de herbívoros clave. En consecuencia, la estructura y función de estos ecosistemas están cambiando a estados dominados por algas a un ritmo sin precedentes.
Es por esto que The Nature Conservancy (TNC), en colaboración con Fundación Grupo Punta Cana y la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar), presentaron el día de ayer, en el Hotel Embajador de Santo Domingo, Coral Carib, con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Coral Carib es una iniciativa regional que busca restaurar y conservar los arrecifes de coral en República Dominicana, Haití, Cuba y Jamaica, donde se concentran el 60 % de los arrecifes del Caribe.
Este es un proyecto de seis años y 10,8 millones de euros aportados por la Iniciativa Internacional para la Protección (IKI, por sus siglas en alemán) del Gobierno de Alemania.
Rita Sellares, directora ejecutiva de Fundemar, durante la actividad contextualizó las amenazas a nuestros arrecifes desde la década de los 80 y las principales iniciativas para la restauración de los mismos desde 2005.
Recordó que en los 80 una enfermedad mató a cerca del 97 % del grupo de acroporas y a los erizos diadema. En 2005 se registró el primer blanqueamiento de corales en el Caribe, luego en 2010. En 2019 se registró el primer blanqueamiento masivo en República Dominicana, además que en 2022 se reportó la enfermedad de pérdida de tejido del coral pétreo (SCTLD).Aunque los datos son alarmantes, Rita resaltó que a pesar de que las acroporas casi desaparecen en la década de los 80, en el tiempo se han logrado recuperar, lo que le da esperanza de que con los esfuerzos de conservación y restauración de frutos importantes en el tiempo.
Así también resaltó los esfuerzos de restauración coralina que se iniciaron en 2005, con los primeros viveros en el Caribe y en 2015 con la primera reproducción sexual asistida en el país.
Arrecifes como refugios del Cambio Climático
El doctor Aldo Croquer, gerente del Programa de Conservación Marina para el Caribe Central de TNC, explicó que un refugio del cambio climático por definición es aquel que, por sus registros históricos, las proyecciones climáticas y escenarios, además de sus características ecológicas particulares, tienen una mayor probabilidad de sobrevivir al impacto del cambio climático.
Por lo tanto, se buscó identificar y priorizar estos lugares, para monitorear e implementar prácticas de restauración a través de modelos científicos.
Se escogieron sitios a intervenir donde se observó supervivencia al estrés térmico y los que tienen menos probabilidades a ser impactados por huracanes, entre otras variables.
En el caso de República Dominicana, se escogió el Santuario Marino Arrecifes del Sureste, el cual fue creado en el 2009 y cuenta con 7,862,59 Km2, con un comanejo público privado.
En el caso de República Dominicana, se escogió el Santuario Marino Arrecifes del Sureste, el cual fue creado en el 2009 y cuenta con 7,862,59 Km2, con un comanejo público privado.Con Coral Carib se intervendrá las áreas identificadas con cuatro panqueques de trabajo:
Además se estará distribuyendo una guía práctica para identificar enfermedades de coral y especies asociadas, para que los buzos técnicos y recreativos puedan reportar de forma asertiva sus observaciones en los arrecifes.
Carlos García, director de TNC, dijo en la actividad que estos esfuerzos contribuyen a formular políticas y planes estratégicos para su conservación.
Por su parte la embajadora de Alemania en República Dominicana, Maike Friedrichsen, dijo que es imperativo tomar medidas enérgicas para la conservación y la restauración coralina, basadas en la ciencia.