Brasil: victoria de los pueblos indígenas en un juicio crucial sobre sus tierras
La sociedad brasileña tiene con los indígenas una "deuda impagable"
El Supremo Tribunal Federal (STF) votó a favor de los derechos indígenas en un juicio crucial sobre las reservas. El jueves, nueve de los once jueces votaron en contra de un límite a la demarcación de tierras indígenas. Este "juicio del siglo" era crucial para la defensa de los derechos de los pueblos indígenas.
"Este es un día de fiesta", declaró Joenia Wapichana, Presidenta de la Fundación de los Pueblos Indígenas, tras dos años de debate sobre la cuestión.
Según la tesis del "marco temporal", la demarcación de los territorios indígenas sólo puede realizarse sobre las tierras que ocupaban oficialmente en el momento de promulgarse la Constitución, en 1988. Los indígenas señalan que algunas de sus comunidades fueron expulsadas de sus tierras durante la dictadura militar, entre 1964 y 1985.
"Se trata de cuidar la dignidad de un pueblo diezmado y oprimido durante cinco siglos", dijo la jueza Carmen Lucia. Ella votó a favor de no fijar una fecha en la Constitución brasileña.
La magistrada señaló que la sociedad brasileña tiene con los indígenas una "deuda impagable".
"No puede haber retrocesos en los derechos reconocidos, incluidos los que se refieren a las tierras ocupadas tradicionalmente", añadió.
Del otro lado, los dos jueces a favor defendieron el argumento del agronegocio. Kassio Nunes Marques y André Mendonça fueron nombrados por Jair Bolsonaro. El ex presidente ultraderechista había prometido "no ceder ni un centímetro más" a los pueblos indígenas.
La decisión afectará a cerca de 300 procesos de demarcación actualmente en curso.
Aún quedan algunos puntos por definir, como la cuestión de la compensación a los no indígenas que ocupan actualmente estos territorios.
El "marco temporal" amenazaba casi un tercio de las más de 700 reservas indígenas existentes en Brasil, según la ONG Instituto Socioambiental.
La homologación garantiza a estos pueblos el derecho de ocupar las tierras en disputa, así como el uso exclusivo de los recursos naturales.
Como en sesiones anteriores, cientos de indígenas se movilizaron en Brasilia para seguir lo que definieron como "el juicio del siglo".
Los manifestantes, varios con el cuerpo pintado y coloridas coronas de plumas sobre sus cabezas, estallaron en gritos y se pusieron a bailar bajo una gran carpa frente a la sede del STF después de que el juez Luiz Fux decidió a favor de los indígenas, dándoles la mayoría.
La corte todavía debe decidir si prevé indemnizaciones a propietarios de tierras, que serían transformadas en reservas.
El veredicto del STF debe sentar precedentes en otros casos similares en Brasil.
Las comunidades indígenas rechazaban el marco temporal argumentando que muchos pueblos originarios fueron expulsados a lo largo de la historia de sus territorios ancestrales, especialmente durante la dictadura militar (1964-1985).
En cambio, la tesis cuenta con el apoyo de representantes del poderoso agronegocio, que consideran ese límite necesario para dar "seguridad jurídica" a los grandes productores rurales.
Los dos magistrados que votaron a favor de esa tesis fueron nombrados por el expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro (2019-2022), un aliado del agronegocio bajo cuyo gobierno la deforestación tuvo un fuerte repunte.
El resultado del juicio era observado de cerca también por organizaciones ambientalistas.
Numerosos científicos consideran las reservas indígenas, protegidas por el Estado, como barreras contra la deforestación y claves en la lucha contra el calentamiento global.