Áreas protegidas privadas: ¿un posible aliado para conservar a la naturaleza?
La Ley 202-04 señala que estos espacios para el resguardo de los recursos naturales pueden ser públicos o privados
Además de contemplar los espacios que constituyen el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, manejado por el Estado, la Ley Sectorial de Áreas Protegidas de República Dominicana hace mención de otro tipo de áreas, pero de carácter privado.
El artículo 12 de la Ley detalla que las áreas protegidas privadas son terrenos que pueden ser declarados mediante resolución del Ministerio de Medio Ambiente “a solicitud de sus propietarios si cumplen con los objetivos de conservación y con los requisitos establecidos en los reglamentos de la presente ley”.
“El Estado garantizará el derecho de propiedad sobre estas áreas, a través de incentivos y el uso de instrumentos financieros como el pago por servicios ambientales, todo ello dentro de las normas establecidas en la presente ley y sus reglamentos”, señala la ley.
La normativa añade que los propietarios de estas áreas deberán dotarlas de un plan de manejo aprobado por el Ministerio dentro de los plazos establecidos por las autoridades.
Un ejemplo de este tipo de espacios es la Reserva Siembra de Agua de la Fundación Sur Futuro, entidad que realizó esta semana una jornada de reforestación en la zona junto al Consorcio Energético Punta Cana-Macao (CEPM), en el marco de un acuerdo entre ambas instituciones para la promoción del manejo sostenible de los recursos naturales, especialmente el agua.
Asistencia
Durante la jornada, personal de la Fundación indicó que, en el marco del acuerdo firmado con el Ministerio de Medio Ambiente para la declaración de la reserva como área protegida, cuentan con asistencia técnica de las autoridades para temas como reforestación y manejo sostenible de los recursos, además de vigilancia.
A juicio de José Manuel Mateo, asesor del Ministerio, estas áreas privadas, paralelo al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, “permitirían la conectividad con el público y que mejoremos las condiciones ambientales del país”.
Mateo sostuvo que el espacio abarca una gran cantidad de invertebrados, incluyendo mariposas, por lo que ha sugerido que se implemente un mariposario en dentro de la reserva, además del proyecto de un sitio de reproducción de cotorras que busca fomentar la fundación.
¿Qué hay en la reserva?
La reserva, que cuenta con más de 2,000 hectáreas, alberga más de 140 especies de plantas, de las cuales ocho son endémicas y 113 nativas, de acuerdo a un levantamiento en la zona.
“Hay quince especies de reptiles, endémicos y de las 306 especies de aves que hay reportadas para República Dominicana, hay 34 que están en la reserva, ocho son residentes, diez endémicas y cuatro migratorias”, sostuvo Mateo.
Señaló que en la reserva fueron identificados cinco especies de anfibios, cuatro endémicas, a la vez que recordó que este grupo ha sido uno de los más afectados por los efectos del cambio climático.
El funcionario indicó que la pluviometría de la zona, que ronda los 650 y 1,200 milímetros, es un indicio de que el área es un bosque húmedo. “Eso significa que el régimen de lluvia que hay aquí se desparrama por la cañada para terminar llevando el agua al río Tábara y eso es un elemento importante porque la reserva está asociada a ese recurso”.