Mediciones indican altas temperaturas en el mar Caribe
El pasado 6 de junio se registró la mayor a nivel local con 31.90 grados Celsius
Las que sobrepasan los 29 grados afectan los ecosistemas marinos
El aumento de la temperatura en mares y océanos ha disparado las alarmas dentro de la comunidad científica.
Hace apenas dos días, el mar de Florida estuvo tan caliente como el agua de un jacuzzi, alcanzando los 38 grados Celsius, una cifra récord que, según los expertos, podría tener un efecto devastador para la vida marina.
Situación similar se viene registrando en el mar Mediterráneo, cuando el pasado lunes 24 de julio, investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (ICM), en Barcelona, anunciaron un nuevo récord de temperatura diaria de la superficie del mar, con 28.71 grados Celsius, la más calurosa en el período 1982-2023.
Diario Libre conversó con Andrea Valcárcel, encargada de la División de Laboratorio Oceanográfico de la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar), quien afirmó que el “calentón de aguas” no es solo a nivel internacional.
Valcárcel indicó que, hasta el momento, el año que registraba las temperaturas más calurosas era 2016, pero este 2023 superó el termostato.
El pasado 6 de junio, Anamar compartió en sus redes sociales una publicación donde resaltaba que, la temperatura del agua en el mar Caribe, medida por la boya Santo Domingo, registraba temperaturas de hasta 31.90 grados Celsius.
“Fue la primera vez que se vio una temperatura de 31 grados en este año y esto no es normal”, señala la bióloga marina.
No muy distantes estaban los valores de la boya Samaná que marcaba 30.58 grados y la boya Juan Dolio con 30.52 grados.
Valcárcel indicó que la temperatura normal para el Caribe es de 27 grados.
“Que haya uno o dos días con una temperatura más alta no afecta tanto, entre 23 y 29 grados, el problema es cuando sube por arriba de eso”, destacó.
Meses calurosos
Desde enero, fecha en la que se instalaron las primeras boyas, Anamar procesa unas 740 mediciones al mes por cada una de las nueve boyas activas.
“En enero, febrero y marzo estaba alrededor de 26 grados en promedio. Ya para abril sube a 27, en mayo a 28.9, junio 29.5. El de julio todavía no lo hemos podido hacer porque no ha terminado el mes”, detalló la científica.
De las nueve boyas, Santo Domingo y Cap Cana mostraron los promedios más altos en junio, rondando los 30 grados.
Valcárcel lo atribuyó “a la dinámica de las corrientes”. Citó el ejemplo del fenómeno de El Niño, que aunque se produce en el Pacífico, los efectos del calor se sienten localmente, aunque con menor incidencia.
Estos promedios evidencian cómo con la llegada del verano, además de subir la temperatura en la tierra, también lo hace en el lecho marino.
“No se piensa que va a subir mucho más de lo que está ahora, ya para septiembre debería estar bajando de nuevo. El patrón sigue igual, estos son los meses más calurosos, el problema viene porque se ha sostenido más caliente de lo normal por mucho tiempo”, agregó.
Los valores actuales
En el día de ayer, solo dos boyas, Cabrera (con 28.24) y Manzanillo (con 28.46) exhibían temperaturas menores a los 29 grados. El valor máximo se registraba en Samaná con 30.04 grados. En Santo Domingo marcaba 29.54.
Corales
“Los corales sostienen el ecosistema costero. Los corales por arriba de 29 grados están en estrés”, apuntó Valcárcel.
La bióloga explicó que cuando sube la temperatura por encima de 30 grados, no importa la especie, el coral, que es un animal, desecha el alga mutualista que vive en él y que lo ayuda en el proceso de fotosíntesis, produciéndose ahí el “blanqueamiento” y posterior muerte del coral.
“La pregunta ya no es si va a haber blanqueamiento, sino cuánto blanqueamiento va a haber y dónde se está viendo más”, dijo.
Esto los ha motivado a elaborar un protocolo junto a la Red Arrecifal Dominicana para medir la evolución de los bancos de coral.
Este julio ha sido el mes más caluroso a nivel global desde que se tienen registros, con una temperatura promedio de 16,95 grados celsius, advirtió la Organización Meteorológica Mundial (OMM) tras recibir los datos provisionales del Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea. El 6 de julio fue además el día más caluroso nunca antes registrado, con una temperatura media de 17,08 grados, pero no sólo esa jornada, sino todas las transcurridas entre el 3 y el 23 de julio, batieron el récord anterior, que era de 16,8 grados, medido el 13 de agosto de 2016.
La media mensual de 16,95 grados, elaborada con los datos de los 23 primeros días de julio (Copérnico publicará el dato definitivo del mes el 8 de agosto), supera con creces al anterior récord para un mes, que hasta ahora eran 16,63 grados en julio de 2019.
Actuar para prevenir el calentamiento global “no es un lujo sino una necesidad”, añadió el secretario general de la OMM, mientras que el director del organismo para Servicios Climáticos, Chris Hewitt, dijo que al actual ritmo es probable que 2023 sea el más caluroso de la historia, batiendo las cifras de 2016.