HRW denuncia tortura y hostigamiento contra activistas ambientales en Irak
Destaca el caso del ecologista iraquí Jasim al Asadi, secuestrado, trasladado a un lugar desconocido y "torturado con electricidad y palos"
La organización Human Rights Watch (HRW) denunció este jueves que los activistas ambientales en Irak son blanco de amenazas, hostigamiento y detención arbitraria por parte de funcionarios gubernamentales y grupos armados iraquíes para "silenciarlos" e "intimidar a los demás".
HRW destaca el caso del ecologista iraquí Jasim al Asadi, que según un comunicado de la ONG, fue secuestrado por hombres armados el 1 de febrero, trasladado a un lugar desconocido y "torturado con electricidad y palos" antes de ser "liberado más de dos semanas después, aparentemente, tras la intervención del Gobierno iraquí".
"Ese es el último de una serie de actos de represalia contra activistas ambientales aparentemente destinados a silenciar su voz", indica el comunicado de la ONG, que acusa también a las autoridades de Bagdad de haber detenido y juzgado a otros activistas por denunciar problemas ambientales.
"En lugar de tomar medidas decisivas para resolver los problemas ambientales críticos de Irak, las autoridades iraquíes están atacando al mensajero", dijo el subdirector para Oriente Medio de HRW, Adam Coogle.
Advirtió también que "diezmar el movimiento ambientalista de Irak solo empeorará la capacidad del país para abordar las crisis ambientales que afectan una variedad de derechos críticos".
El comunicado de la ONG, que cita a Salman Jairalá, cofundador de "Humat Dijlah", una asociación de defensores del río Tigris, advierte que "funcionarios iraquíes están atacando a miembros claves del movimiento ambientalista para silenciarlos y enviar un mensaje amenazante a los demás".
Asimismo, recuerda que HRW publicó a finales de 2022 un informe que documentaba que "las autoridades iraquíes no han garantizado la rendición de cuentas del personal de seguridad del Estado y los grupos armados respaldados por el Estado responsables de matar, mutilar y hacer desaparecer a cientos de manifestantes y activistas desde 2019".
Si bien subraya que el Gobierno "aparentemente intervino para liberar a Al Asadi, sin trascender el motivo de su detención ni la identidad de los secuestradores", en otros casos "las propias autoridades han sido responsables de represalias contra activistas ambientales en respuesta a sus esfuerzos por llamar la atención sobre las violaciones de los derechos humanos relacionadas con el medio ambiente y el clima".
"Las autoridades iraquíes deben responsabilizar de inmediato a los responsables de castigos extrajudiciales, como secuestros, dejar de usar el sistema de justicia para hostigar y tomar represalias contra los activistas ambientales y abandonar todos los casos legales abusivos en su contra", agregó HRW.