Leñadores griegos se preparan para responder a crisis energética
Su se volvió más vital este invierno ante el creciente precio de los combustibles para calefacción
Sentados alrededor de una fogata mientras beben té, un grupo de leñadores en un bosque de roble en el norte de Grecia aprovecha un muy necesitado descanso para afilar sus hachas y sierras.
Su arduo trabajo, una tradición local que data de varias generaciones, se volvió más vital este invierno ante el creciente precio de los combustibles para calefacción.
El grupo, cuyos integrantes vienen de poblados montañosos de la región de Grevena, dicen que su presencia ayuda a impedir la tala ilegal.
Además, su trabajo ayuda a las poblaciones locales a calentar sus casas a precios asequibles. Los residentes más pobres incluso reciben leña de gratis, dicen los taladores.
"Nosotros cuidamos el bosque. Aprendimos este oficio de nuestros abuelos y lo continuamos de la misma forma", explicó Thanassis Papanikolaou, presidente de una cooperativa forestal que produce unas 10,000 toneladas de madera por año.
"Nos ganamos la vida en el bosque y lo respetamos", declaró Papanikolaou a AFP.
Muchos griegos apenas se recuperan del impacto financiero de la prolongada crisis económica del país, y la inflación ha superado el 8% los últimos meses por la guerra en Ucrania, que presiona al alza los precios de la energía.
Con la fuerte demanda de leña en todo el país a causa del costo del gas y el petróleo, los taladores del norte de Grecia hacen lo posible para mantener el suministro.
Solo excedentes
El leñador Dimitris Basnas, de 34 años, dice que es vital tomar solo "los excedentes naturales" del bosque.
"Si los árboles están viejos y altos, es un trabajo lento, no obtienes mucha cantidad. Si es un bosque joven obtienes más", explicó.
"Ha habido mayor demanda de leña en el último año debido a la crisis energética, pero no debemos abusar del bosque", afirma.
Grecia tiene casi 270 cooperativas con unos 8,500 trabajadores forestales registrados en el ministerio del Medio Ambiente.
Pero el número está en declive ante el desinterés de las generaciones jóvenes.
La mayor parte de la madera aún es transportada por mula entre el espeso foliaje, donde se prohíbe la apertura de nuevos caminos, indicó Papanikolaou.
"Mi padre pudo criar a cinco hijos con este empleo", contó Yiorgos Koutoulas, de 62 años, el miembro más viejo del grupo quien está cerca de jubilarse.
"Cuando salga no habrá un joven que me sustituya", agregó el hombre que ha talado por 38 años.
"Todas las aldeas están desiertas. Los jóvenes se han ido a trabajar a las ciudades grandes", dijo.
Según los mapas forestales -de una década de antigüedad en un país que cada año enfrenta incendios- la cobertura boscosa de Grecia es de casi 50%.
Las cifras más recientes de tala indican una producción maderera de casi 700,000 metros cúbicos el año pasado, por debajo de los 895,000 metros cúbicos hace 10 años.
Pese a la creciente demanda este año, el futuro de la profesión no está asegurada.
"Un 70% de la leña vendida en Grecia es de Grevena", señaló el transportista maderero Yannis Paligiannis, de 44 años.
"Tenemos una demanda creciente pero nadie tiene certeza. Ahora la gente piensa usar madera para su calefacción, pero ¿ocurrirá de nuevo el próximo año? Nadie sabe si el próximo año la leña será más cara que el petróleo", expresó.