Las finanzas climáticas, una roca dura de roer
Los países del sur demandan un aumento para la financiación climática, sobre todo para pérdidas y daños provocados por los impactos de fenómenos meteorológicos
Los países del sur demandan un aumento para la financiación climática, sobre todo para pérdidas y daños provocados por los impactos de fenómenos meteorológicos y para adaptación climática en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP27) que se desarrolla desde este lunes en Sharm el-Sheij (Egipto)
Expertos consultados por EFE han coincidido que en las negociaciones estarán presentes esos temas, así como la propuesta de aumentar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) o la eliminación de los combustibles fósiles, entre otros, aunque siempre con los ojos puestos en la situación geopolítica y económica actual.
Anna Pérez Catalá, del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), ha señalado que debido a la situación actual, y a pesar de que el tema de "pérdidas y daños" estará en las negociaciones, no se esperan "grandes declaraciones" en una cumbre "muy del Sur Global", donde los países menos desarrollados presentarán importantes demandas de reparación.
Según ella, habrá más presión porque los países desarrollados solo han aportado 83,000 millones de dólares al Fondo Verde de 100,000 millones anuales que debía aportar de 2020, a pesar de haber sido uno de los "grandes" conflictos y compromisos en la COP26 de Glasgow.
Asimismo, la presidencia egipcia además planteará "doblar la financiación en adaptación", un tema que "interesa mucho" a los países del sur, a pesar de que es "muy difícil" contabilizar la financiación climática, según Pérez Catalá, pero "entre las formas de cuantificarla están el Fondo Verde, la ayuda multilateral o los bancos de desarrollo multilateral".
Para "liderar" las negociaciones se ha elegido a Maisa Rojas, ministra y científica chilena de Medio Ambiente, que estará acompañada de la enviada especial de Alemania, Jennifer Morgan, exdirectora internacional de Greenpeace.
Según Pérez Catalá, el bloque africano llega a la COP27 "unido" y con demandas "muy claras", lo que no sucede por ejemplo con Latinoamérica, un continente dividido políticamente, aunque los ministros de Medio Ambiente intentarán acercar posturas en una reunión en el Pabellón español.
El consultor senior de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Ricardo Pedraz explica que en las COP se habla de financiación pública de los gobiernos para países menos desarrollados y del fondo de 100,000 millones para adaptación climática, porque "siempre se habla de mitigación".
En relación al tema de compensación por pérdidas y daños, según el experto, hay muchos países desarrollados que se van a "resistir" porque "no asumen" la responsabilidad de las consecuencias del cambio climático "para no tener que pagar a otros por ello".
"Escocia y Dinamarca son de los pocos que han aportado a este apartado", según Pedraz.
Y como tercera parte, señala, está la financiación privada, es decir el compromiso de los agentes privados para mitigación y adaptación climática para la reducción de emisiones y minimizar los impactos del cambio climático, algo que ya en la cumbre anterior produjo "mucho revuelo" con la creación de la Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ).
España se ha comprometido a doblar para 2025 la aportación al fondo de los 100,000 millones, según Pedraz, quien recuerda además que el Gobierno español anunció un plan de finanzas sostenibles, "pero aún no se conoce mucho de él".
La técnico en Finanzas sostenibles del programa de Energía y Clima de WWF España, Lennys Rivera, espera que el escenario de la COP en un país africano y los últimos impactos climáticos sirvan de "palanca" para que los países desarrollados se comprometan al menos a "reforzar" el fondo de los 100.000 millones de dólares.
Los países en desarrollo están reclamando esto bajo el principio de "justicia climática", según Rivera, y eso "facilita ir de la fase del acuerdo a la implementación" sobre el terreno y reducir riesgos.
Desde la ong se trabaja para que "se movilicen y se alineen los flujos de fondos privados con el Acuerdo de París, un tema que, para Ribera, tiene diferentes aristas.
Además, desde WWF se pide a los grandes bancos, aseguradoras e inversores institucionales englobados en la alianza GFANZ que establezcan "planes de transición para 2050", con hitos y objetivos a corto plazo para la reducción de emisiones.
Se trabaja no solo con el sector financiero sino también con los reguladores y los supervisores financieros, ha explicado.
El papel del sector financiero privado es "muy importante en la financiación climática", según Rivera, no obstante, para que esta financiación climática llegue a sus fines, "es importante que se establezcan mecanismos de transparencia", ha concluido.
A la espera del cierre de negociaciones, España, Francia o el Reino Unido ya han anunciado más financiación climática.