Estudio del 2011 y censo parcial de 2022 confirma Puerto Viejo como hábitat de manatíes
El manatí antillano y su hábitat está protegido por ley y acuerdos internacionales
Diferentes sondeos que datan desde hace más de 40 años, indican la presencia permanente de manatíes en toda la costa suroeste de la República Dominicana, identificando diferentes puntos importantes de presencia de estos animales. Así lo resalta un estudio realizado entre 2010 y 2011 por Barrick Gold: “Proyecto barcazas de energía de Puerto Viejo. Sondeos aéreos de línea base del programa de investigación sobre la ecología del manatí", cuando la minera pretendía instalar barcazas de generación de energía dentro de la bahía.
Actualmente existe un conflicto por la posible instalación de dos barcazas de generación eléctrica en la zona de amortiguamiento del área protegida Refugio de Vida Silvestre, Manglares de Puerto Viejo. Tanto la Academia de Ciencias, Ambientalistas y organizaciones civiles de Azua, han alertado sobre las perturbaciones que podría causar la instalación de estas barcazas a la biodiversidad de la zona, incluyendo los manatíes. Además de otros impactos al turismo, la pesca y la agricultura, entre otros.
El informe para Barrick del 2011, consistió en sondeos aéreos, preparado por la empresa canadiense Rescan, donde se tomó en cuenta un área local de estudio, en Puerto Rubén (Puerto Viejo) y una área regional de estudio, entre los Bajos de Haina, hasta Cabo Rojo en Pedernales, con un vuelo mensual entre noviembre de 2010 y septiembre de 2011.
Al final del sondeo el informe detalla: “En general, se avistaron 36 manatíes a lo largo de la costa suroeste de la República Dominicana entre noviembre de 2010 y septiembre de 2011 (promedio de 3,6 manatíes por sondeo). No hubo patrones aparentes de distribución temporal, ya que se observaron manatíes durante cada sondeo, observándose el mayor número en mayo de 2011 (N = 7). Se identificaron tres áreas potencialmente importantes para los manatíes sobre la base de un hábitat de alta calidad (es decir, hierba marina) y el número de manatíes observados durante los sondeos: Jaragua (N = 11 avistamientos de manatíes), Barahona (N =10) y Puerto Rubén (N = 9)”.
Según el informe para Barrick, en 1970 se realizó un estudio aéreo de manatíes en toda la costa sur de República Dominicana, que consistió en seis sondeos entre febrero y diciembre (Belitsky & Belitsky 1980), donde se promedió 7,5 manatíes por sondeo. En el sondeo de 2010/11 se cubrió solo la mitad con respecto al del 70, con un promedio de 3,6 manatíes por sondeo. Al comparar estas cifras, determinaron que entre los lugares más importantes, en el suroeste del país, para el manatí antillano están la Bahía de Neiba y la Bahía de Ocoa.
“Los sondeos aéreos realizados en 2010 y 2011 también sugieren que Barahona puede ser una zona de hábitat importante para los manatíes, y se identificaron dos áreas adicionales como hábitat potencialmente importante: Jaragua y Puerto Rubén, los cuales son parte de las áreas protegidas existentes (Parque Nacional Jaragua y Refugio de Vida Silvestre Manglares de Puerto Viejo). En general, las hierbas marinas están ampliamente distribuidas en Puerto Rubén y por lo tanto, se produce un hábitat de manatíes adecuado a lo largo de la bahía (Lemieux y Harper 2010)”, concluye el informe.
Directrices y legislaciones aplicables
El informe para Barrick también explica que la sobreexplotación histórica, la pérdida del hábitat y la poca capacidad de recuperación de la especie, ha dado lugar que que el manatí antillano esté catalogado como especie vulnerable en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en 2012, como Especie en Peligro Crítico por el Ministerio de Medio Ambiente de la República Dominicana en 2011. Además de estar en el Apéndice I de la Convención Sobre Comercio Internacional sobre las Especies Migratorias, categorizadas como en peligro de extinción.
Además, los manatíes en República Dominicana están protegidos por las leyes locales, como la Ley de Pesca 5914 de 1962 y el hábitat del manatí está protegido por la Convención sobre Diversidad Biológica de Naciones Unidas de 1992, de la cual República Dominicana es signataria desde 1995.
Por último, el informe para Barrick detalla que ya para el 2011, los manatíes y/o la Bahía de Puerto Rubén (Refugio de Vida Silvestre Manglares de Puerto Viejo), están protegidos por las siguientes leyes y directrices:
-Ley Sectorial de la República Dominicana, 64-2000.
-Ley de Áreas Protegidas de la República Dominicana, 202-04.
-Ley de Pesca 5914 de la República Dominicana (Artículo 45) de 1962 (Secretaría de Estado de Agricultura 1993).
-Corporación Financiera Internacional (CFI), Norma de Desempeño 6.
-Conservación de la Biodiversidad y Manejo Sostenible de los Recursos Naturales (Mejor Práctica; CFI 2012).
-Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITIES)
-Apéndice I de la Convención sobre las Especies Migratorias;
-Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN);
-Plan de Manejo Regional para el Manatí de las Indias Occidentales (PNUMA 2010);
-Lista Roja de Plantas y Animales Silvestres Amenazados de la República Dominicana
(MIMARENA);
-Cuarto Informe Nacional de Biodiversidad República Dominicana (2010); y
-Convención sobre la Diversidad Biológica (hábitat del manatí; CBD).
Censo de Manatíes 2022
Actualmente se está llevando a cabo el Censo Nacional de Manatíes en toda la costa de República Dominicana, realizado por la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar), con la supervisión del Ministerio de Medio Ambiente y el apoyo de diferentes actores.
El 11 y 12 de octubre de 2022 se realizaron más de ocho vuelos de drone, donde se pudieron observar un mínimo de seis individuos de Manatí Antillano, incluida una cría.
Durante esta parte del censo también se realizaron entrevistas a comunitarios, donde se validó por testimonios, la presencia constante de manatíes en la zona.
Aunque faltan muchos datos por procesar, pero la presencia de este grupo de manatíes en dos días consecutivos, sugiere un hábitat importante para el Manatí Antillano, tal como lo resaltan estudios previos desde 1970.
Una fuente de alto nivel dentro del Ministerio de Medio Ambiente, informó a Diario Libre, de forma anónima, que la institución pretende modificar una resolución del 2018, sobre el uso de zonas de amortiguamiento en todas las áreas protegidas.
La idea se basa, según el informante, que el decreto de 2009 declara una zona de amortiguamiento de 300 metros, para las áreas protegidas en general, sin especificar el uso que se puede hacer de esta zona dependiendo la categoría del área protegida.
Ahora bien, es eso exactamente lo que regula la resolución del 2018, que complementa esa generalidad del decreto. Que si bien es cierto no es tan explícita como muchos quisieran, si deja una buena base legal para el uso que se le pueda dar o no a cada una de las zonas de amortiguamiento. Además, es muy clara con que cualquier actividad que se desarrolle dentro de esa zona, debe ser en consonancia con el objeto de conservación y acorde a un plan de manejo.
El otro problema es que ya se habla de esa modificación, sin haber socializado con ningún sector académico y/o ambiental las razones y propósitos de esto. Este lunes tomó a muchos por sorpresa esta información, incluyendo a gente dentro del mismo Ministerio.