La deforestación en la Amazonía brasileña bate un nuevo récord
Hasta el 21 de octubre de este año la más extensa selva tropical del planeta había perdido 9,277 kilómetros cuadrados de vegetación nativa
La deforestación en la Amazonía brasileña, en poco más de nueve meses, ya superó en un 12,9 % a la de todo 2021 y, sin terminar el año, supone un nuevo récord para el país, el segundo bajo el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, según datos oficiales divulgados este viernes.
Hasta el 21 de octubre de este año la más extensa selva tropical del planeta había perdido 9,277 kilómetros cuadrados de vegetación nativa, la tasa más alta desde 2015 cuando comenzó a realizarse la medición, según las alertas de deforestación divulgadas por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe).
La cifra más alta de alertas hasta el momento se había registrado en 2019, durante el primer año de mandato de Bolsonaro, cuando fueron devastados 9.178 kilómetros cuadrados de selva.
Los datos corresponden al Sistema de Detección de Deforestación de la Amazonía Legal en Tiempo Real (Deter) que, con base en imágenes satelitales, ofrece alertas anticipadas sobre las áreas que están siendo deforestadas en la Amazonía.
Este sistema capta las alarmas sobre deforestación mensualmente en Brasil y difiere del Prodes, que con una técnica más sofisticada obtiene información más detallada, pero que solo emite anualmente, entre agosto y julio del año siguiente, considerado el período de referencia para la medición de la devastación en el país.
Devastación "fuera de control"
Para los ecologistas el tema no es novedad, pues bajo el actual Gobierno la deforestación "está absolutamente fuera de control en la Amazonía", según afirmó a EFE Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, red que agrupa a cerca de 80 ONG ecologistas en Brasil, entre ellas Greenpeace y WWF.
"No existe ninguna acción del Gobierno federal para frenar la deforestación en la Amazonía. No es una preocupación del Gobierno de Bolsonaro disminuirla", señaló.
Para el experto, el problema es que los crímenes ambientales en la selva nunca habían tenido un escenario tan favorable como el actual donde existe "mucho confort" para los delincuentes.
El mandatario brasileño defiende la explotación de los recursos naturales de la Amazonía, incluso en reservas indígenas, donde es prohibido por ley, y desde que llegó al poder, los índices de devastación en la selva han aumentado un 73 %.
Herencia negativa
La situación en la que está inmersa la Amazonía brasileña no podrá revertirse en el corto plazo y el gobernante que asuma en 2023 tendrá un legado negativo "muy alto", según Astrini, pues heredará cinco meses con tasas de deforestación muy altas (el año referencia para la medición de la deforestación comienza en agosto).
"En agosto tuvimos un aumento de alertas de 81 %, en septiembre del 48 % y todo indica que en octubre vamos a tener el mayor número de la serie histórica", indicó Astrini.
Bolsonaro aspira a ser reelegido este domingo en la segunda vuelta, pero el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva es el favorito con el 49 % de la intención de voto, frente al 44 % del líder ultraderechista, según los sondeos.