Inician un proyecto innovador de restauración de corales en Antigua y Barbuda
El primer ministro de Antigua y Barbuda calificó el proyecto de crucial en la lucha contra el cambio climático
El proyecto pionero de restauración de arrecifes de coral OceanShot, que busca conservar los océanos y mitigar así el impacto del cambio climático, comenzó a operar en Antigua y Barbuda con el objetivo de expandirse después a otros países.
"Este proyecto tiene múltiples beneficios. Hay beneficios medioambientales, sociales y económicos, y estamos muy contentos de formar parte de esta iniciativa", dijo el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, en un comunicado.
La isla fue elegida para el primer despliegue de módulos de coral hechos a medida de OceanShot, un proyecto creado por la bióloga marina Deborah Brosnan y el filántropo John Paul DeJoria.
El primer ministro de Antigua y Barbuda calificó el proyecto de crucial en la lucha contra el cambio climático.
"Las islas del Caribe hemos estado en la primera línea del cambio y tenemos que seguir abogando enérgicamente para que los países reduzcan sus emisiones de carbono", dijo Browne, señalando que la huella de carbono de la isla "es insignificante" pero se están "tomando más medidas" para reducirla.
Los módulos de coral combinan la estructura construida y el coral vivo. Están diseñados para restaurar un ecosistema oceánico antiguo y para proteger las comunidades costeras y oceánicas del impacto devastador de las tormentas y la subida del nivel del mar, así como para reactivar las economías locales que dependen del océano.
Los científicos del proyecto van a probar nuevas tecnologías que apuntan a acelerar el crecimiento de los corales, lo que normalmente toma más de una década para restaurar una sola hectárea.
Se eligió Antigua y Barbuda para el despliegue inicial del módulo de coral porque ilustra el problema al que se enfrentan millones de personas en todo el mundo, según OceanShot.
La idea es replicar este proyecto más adelante en otros lugares del Caribe y América Latina.
Sin corales, el litoral es más vulnerable a las mareas, la erosión y el aumento del nivel del mar. Un arrecife de coral vivo interrumpe más del 90% de la energía de las olas, lo que ayuda a mantener la arena en la playa y a reducir el oleaje.