Agencia climática de la ONU prevé una inusual duración de La Niña
Las condiciones de La Niña implican un enfriamiento a gran escala de la temperatura en la superficie de los océanos y un aumento de los vientos alisios
Se espera que el fenómeno conocido como La Niña continúe tras el final de este año, un misterioso “triplete” -el primero este siglo- provocado por tres años consecutivos en los que ha afectado a patrones climáticos como sequías e inundaciones en todo el mundo, según indicó el miércoles la agencia meteorológica de Naciones Unidas.
Las condiciones de La Niña, que implican un enfriamiento a gran escala de la temperatura en la superficie de los océanos, se han fortalecido en el Pacífico oriental y ecuatorial central con un aumento de los vientos alisios en las últimas semanas, según la Organización Meteorológica Mundial.
El máximo responsable de la agencia se apresuró a advertir que ese “triplete” no significa que el calentamiento global esté remitiendo.
“Es excepcional tener tres años consecutivos con un fenómeno de La Niña. Su influencia de enfriamiento está desacelerando de forma temporal el aumento las temperaturas globales, pero no detendrá ni revocará la tendencia de calentamiento en el largo plazo”, explicó Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
La Niña es un enfriamiento natural y cíclico de partes del Pacífico ecuatorial que cambia los patrones climáticos en todo el mundo, al contrario que el calentamiento provocado por el más conocido El Niño, un fenómeno opuesto. La Niña suele producir más huracanes en el Atlántico, menos lluvia y más incendios forestales en el oeste de Estados Unidos, además de perjudicar a las cosechas en el centro de Estados Unidos.
Los estudios indican que La Niña le cuesta más dinero a Estados Unidos que El Niño.
En conjunto, El Niño, La Niña y la condición neutral se conocen como ENSO (siglas en inglés de El Niño/Oscilación Sur), y son uno de los factores más grandes de determinan el clima. En ocasiones aumentan o mitigan los grandes efectos del cambio climático provocado por el ser humano con la quema de carbón, gas y petróleo, según los científicos.