¿Cómo el desbalance en la flora intestinal por falta de prebióticos afecta la salud?
Una disbiosois aumenta las probabilidades de infecciones y alergias
Es importante una buena hidratación y consumo de fibra
El intestino es el órgano que se encarga de transformar moléculas complejas en otras más simples para facilitar la absorción de los nutrientes. Está compuesto por una microbiota de 40 billones de bacterias que viven dentro de cada cuerpo.
La nutrióloga clínica Mariney Pérez señaló que, además, el intestino cuenta con funciones psiconeuroinmunoendógenas, debido a que entre el 60 al 70 % de nuestras células inmunitarias maduran en él.
"Además de sintetizar y absorber los nutrientes, es capaz de defender nuestro cuerpo, impidiendo la entrada de microorganismos, de macromoléculas y de compuestos que sean tóxicos. Eso lo convierte en un órgano primario de defensa", explicó durante su conferencia "Intestino, eje de la salud", dentro de la agenda del XII Congreso Internacional de Medicina Familiar y Comunitaria Sodomefyc 2023.
"Las bacterias intestinales son capaces de controlar el hambre, pueden controlar el humor, pueden incluso influir en el estado inflamatorio y en nuestro estado emocional...también causar infecciones recurrentes en pacientes con alergias", sostuvo la galena.
Pérez indicó que al interior del intestino se produce una relación simbiótica en la parte del epitelio intestinal con las bacterias, porque uno ayuda al otro.
"El 90 % de la serotonina que produce nuestro cuerpo se sintetiza a partir de la acción del sistema nervioso entérico. El 50 %, aproximadamente, de la dopamina en nuestro cuerpo se sintetiza a nivel del sistema nervioso entérico", aseguró la egresada del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).
El sistema nervioso central y el sistema nervioso entérico están conectados por el nervio vago, creando el eje de conexión cerebro-intestino, compuesto por neuronas. El nervio vago produce el reflejo de la tos, la deglución o el vómito. Además, tiene gran importancia en el sistema digestivo, ya que coordina los movimientos de esófago e intestino, así como, los órganos viscerales.
"Sí, en el intestino tenemos neuronas, alrededor de un billón de ellas, capaces de sintetizar neurotransmisores y proteínas", dijo Pérez
En el intestino, los carbohidratos se descomponen en glucosa, proteínas en aminoácidos y los lípidos son transformados en ácidos grasos, energía y reserva de nuestro cuerpo.
Eubiosis y disbiosis
La especialista detalló que se denomina eubiosis al estado cuando hay una mayor presencia de microorganismos buenos en el intestino, dando como resultado un muy buen estado de salud. La microbiota se encuentra en equilibrio.
En cambio, cuando hay una disminución de los microorganismos buenos y mayor presencia de microoorganismos dañinos y oportunistas, da como resultado la disbiosis.
En caso de disbiosis, "vamos a tener a una persona enferma, con diferentes tipos de patología", señaló la doctora.
Pérez puso el ejemplo de un paciente que tiene 30 años tomando leche de vaca y de repente, empieza a hacerle daño.
"Es muy probable que ese paciente tenga una disbiosis y eso sea lo que le esté provocando esa intolerancia a la lactosa", afirmó.
Prebióticos y probióticos
Los probióticos son microorganismos vivos que cuando se ingieren en cantidad adecuada van a ser beneficiosos, es decir, "son las bacterias buenas".
El prebiótico es el alimento donde está ese probiótico, generalmente, en productos ricos en fibras, algunos quesos y el yogur.
El mantener un balance de probióticos aumenta la absorción de minerales, la respuesta inmunitaria, restaura el equilibrio bacteriano intestinal y actúa sobre el colesterol sanguíneo.
Asimismo, alivia el estreñimiento, baja la prevalencia de diarrea, disminuye los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer colorrectal, obesidad e infecciones gastrointestinales.
¿Qué altera la microbiota?
Cuando la microbiota se altera, las defensas del cuerpo se ven afectadas, pudiendo dar lugar al desarrollo de enfermedades autoinmunes o mayor vulnerabilidad a infecciones víricas.
La doctora Pérez resaltó alfunos factores que comprometen la microbiota intestinal, entre los que destacó la mala alimentación, especialmente cuando hay un gran consumo de alimentos procesados y pocas frutas, verduras y cereales integrales.
De igual modo, las infecciones por parásitos u otro tipo de bacterias. También factores ambientales, tal como el consumo de tabaco, alcohol o exposición a pesticidas. Asimismo, el consumo regular de ciertos fármacos antiinflamatorios y/o antibióticos. El estrés afecta la microbiota.
La doctora recomienda recolonizar la flora intestinal con prebióticos luego de un tratamiento con antibióticos o tras episodios de diarrea, manteniendo una buena hidratación.