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Las ranas de cristal se vuelven transparentes al ocultar su sangre

Los anfibios arbóreos almacenan casi todos sus glóbulos rojos en sus hígados cuando se camuflan

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Las ranas de cristal se vuelven transparentes al ocultar su sangre
Rana de cristal (FUENTE EXTERNA)

A estos anfibios se les conocen como ranas de cristal por una razón, y es que al voltear a estos animales se pueden ver los huesos, entrañas y el corazón latiendo a través de un vientre translúcido.

Los científicos han descubierto cómo es que algunas de estas pequeñas ranas, que residen en los bosques tropicales de América Central y del Sur, logran que su piel se vea translucida y es que al desvían la sangre hacia sus hígados crean este efecto.

En la naturaleza, la transparencia se reserva en gran medida para criaturas completamente acuáticas, como las larvas de anguila y las medusas gelatinosas. Los animales terrestres y aquellos que tienen una forma de vida mixta y sobrevivir tanto en la tierra como en el agua tienen más dificultades para despejarse porque la luz se refleja de manera diferente en el aire que en el agua.

Además de que esta capacidad la obtienen por la sangre. Los glóbulos rojos emplean proteínas de hemoglobina teñidas de óxido que se unen al oxígeno. Estas proteínas absorben la luz y le dan a la sangre su color carmesí, manteniendo la piel opaca. Solo el draco antártico (peces de hielo) que habita en las gélidas profundidades del Océano Antártico, ha eliminado por completo la hemoglobina, dando a su sangre un color blanco turbio.

Para descubrir cómo las ranas de cristal superan este obstáculo, los investigadores usaron cámaras altamente calibradas para capturar la transparencia de las ranas de cristal de Fleischmann (Hyalinobatrachium fleischmanni), que se congregan cerca de los arroyos en toda América Central. Por la noche, cuando los anfibios se reproducen y se alimentan, son opacos. Pero durante el día, cuando duermen sobre las hojas, la mayor parte de sus cuerpos, excepto por el tono verde lima de sus espaldas, se vuelven transparentes. Esto ayuda a que las ranas se mezclen como gotas de rocío, manteniéndolas a salvo de arañas y serpientes mientras descansan.

Los científicos llevaron algunas de las ranas al laboratorio y monitorearon cómo cambiaba su transparencia mientras dormían, hacían ejercicio, cantaban o estaban bajo anestesia. Las ranas de cristal dormidas eran entre un 34% y un 61% más transparentes que cuando estaban activas, informa el equipo hoy en Science.

Esta mayor transparencia parecía estar relacionada con la falta de glóbulos rojos que circulaban por sus venas. “Pudimos ver que no había sangre allí cuando los animales se fueron a dormir”, dice Carlos Taboada, biólogo de la Universidad de Duke y autor del nuevo estudio. Cuando despertaron, su sangre comenzó a bombear nuevamente, reduciendo su transparencia.

Para determinar adónde fueron las células sanguíneas, Taboada y sus colegas utilizaron una técnica llamada imagen fotoacústica, que mapea las ondas ultrasónicas que se producen cuando los glóbulos rojos absorben la luz. Durante el día, los vasos sanguíneos en el hígado de las ranas rebosaban de glóbulos rojos, lo que aumentaba el tamaño del órgano en aproximadamente un 40 %. En comparación con otras ranas arborícolas, que solo pueden almacenar alrededor del 12 % de sus glóbulos rojos en el hígado, las ranas de cristal pueden almacenar la friolera del 89 %, casi todos los glóbulos rojos de su cuerpo.

No está claro cómo sobreviven los animales a esta adaptación extrema, dice el coautor del estudio Jesse Delia, biólogo del Museo Americano de Historia Natural. “Básicamente, no transportan mucho oxígeno durante 12 horas al día”.

Otro misterio es cómo las ranas de cristal pueden mover tantas células sanguíneas a un solo lugar sin crear un coágulo potencialmente fatal. Resolver eso podría conducir a mejores tratamientos para los coágulos sanguíneos en humanos, dice Richard White, un oncólogo de la Universidad de Oxford que estudió la propagación del cáncer y otras enfermedades en el pez cebra translúcido, pero no participó en el nuevo estudio. "Esta observación aparentemente básica sobre las ranas de cristal tiene implicaciones muy claras para la salud humana".

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